domingo, 1 de septiembre de 2013

SEÑAL DE PARADA (LEONIDE MOGUY - 1946)



Aquellos que visitan este blog con mas o menos asiduidad saben que no me exclusivizo en el comentario de obras maestras. Hay en mi una reconocida afición a la arqueología cinematográfica y destripando terrones aquí y allá me encuentro con directores que no me son demasiado familiares y con trabajos desconocidos para mi que en ocasiones son merecedores de un cierto momento de gloria en este blog que es el suyo.

Esta breve introducción viene a cuento a raiz de Léonide Moguy un director nacido en San Petersburgo quien, tras trabajar en la Rusia posterior a la revolución y en la Francia previa a la invasión nazi, acabo rodando en Hollywood algunas películas de presupuesto reducido. Entre ellas tenemos esta Whistle Stop (Señal de Parada) que ni pasó a la historia del cine ni tiene pinta alguna de que así vaya a suceder, pero que nos deja cosas interesantes.

Primero y principal: Ava Gardner. Una Ava entre Forajidos y Venus era mujer, dos de sus films míticos. Un goce para los sentidos. El cine es sobre todo imagen. Y la imagen de Ava Gardner es una de las más bellas del mundo del celuloide y del otro. El tiempo dedicado a ver una película donde ella participe nunca podremos decir que fue perdido. ¿La habría visto Manolo García cuando compuso su exito «Nunca el tiempo es perdido»

Un galán no demasiado conocido como es Tom Conway. Para los que no tengan mayores referencias de él, les referiré su parentesco como hermano de George Sanders. Nada que ver cualitativamente con nuestro admiradísimo «truhán, señor» Sanders, Tom Comway alcanzó cierta celebridad con una serie de películas en las que encarnaba a un detective conocido como El Halcón.

La presencia de dos actores de primera como George Raft y Victor McLaglen hacen que el film desprenda un ligero aroma a «noir» que estimula su visionado. Es cierto que el conflicto amoroso se encuentra en el centro mismo del argumento pero ello no resta valores de cine negro. El juego, la bebida, los garitos, el dinero y un proyecto de crimen completan una historia interesante a la que quizás Moguy no acabó de tomarle el pulso.

Dos hombres disputándose el amor de Ava, uno con 45 (Raft) y otro con 41 (Conway), dos maduritos, mas bien pasados, para una Ava en sazón (23 años) Mucho arroz para un pollo no demasiado abundante. ¡Ah! y curiosamente Tom Comway paisanísimo de Moguy y natural también de San Petersburgo.

Puntuación: 6,25 (con generosidad por la presencia de Miss Gardner)

1 comentario:

El Despotricador Cinéfilo dijo...

Amigo Father: Reconozco totalmente que no tenía ni la más remota idea de quién es este Léonide Moguy ni de la existencia de esta película.

Yo no soy tan fan de Ava Gardner como tú por lo que no es motivo para lanzarme corriendo a verla, pero sí que me despierta curiosidad el resto del reparto con actores de la talla de Raft y McLaglen, ¿En serio Tom Conway era el hermano de nuestro admiradísimo George Sanders? Mira que Sanders es una de mis debilidades, no saber eso tenía delito.

Un abrazo