jueves, 31 de julio de 2008

YUMA (SAMUEL FULLER - 1957 )



Breve sinopsis:

Un soldado sureño se resiste a aceptar la derrota de los confederados Emprende un viaje hacia el Oeste mas salvaje donde se integrará en la comunidad india.

Western psicológico y polémico en su tiempo. Ese conflicto personal de los perdedores de la guerra civil americana producía ciertos escozores. Por otro lado, el retrato de los soldados de Grant como los malos de la película en contraposición a los “salvajes” indios tampoco se acepta de buen grado. Y si a eso le unimos la elección de Steiger como actor principal (cabezonería de Fuller) pues, que quieren que les diga...

Pero Samuel Fuller tenía razón y hay que dársela. Rod Steiger está fenomenal y absolutamente creíble en su papel de “perdedor” en busca de independencia y sentidos a la vida. Por otro lado, los espectadores menos “chauvinistas” agradecemos que los malos no sean los de siempre. Y además habrá quien satisfaga su orgullo patrio e hispano con la presencia de nuestra Saritísima, en un papel de cierta entidad pero tirando a breve. Lo resuelve con dignidad. Cumple. Sin exageraciones.

A Samuel Fuller se le tachó de director militarista. Tal vez su participación en el conflicto bélico europeo marcó en él ciertas tendencias. Sin embargo esta no es una película “militar” en el sentido estricto del término, y aunque existe violencia, sangre y algún que otro despellejamiento, exigencias del guión, el film explora más las profundidades personales que los conflictos colectivos y se interesa más por el respeto o no de los compromisos adquiridos que por las medallas o trofeos conseguidos a golpe de pistola ó de flecha.

Excelente la secuencia de la carrera “run the arrow” (que por cierto me recordó The naked prey de Cornel Wilde) como de excelente puede calificarse la fotografía y la labor de los actores, Brian Keith, Charles Bronson, Ralph Meeker y en especial, el antidivo Rod Steiger.





miércoles, 30 de julio de 2008

SIETE MUJERES (JOHN FORD - 1966)




La llegada de una doctora a una mision norteamericana en China, supondrá la alteración de sus anticuadas costumbres y la supervivencia del personal femenino ante la invasión de los bandidos mongoles.


No podemos valorar esta película desde la óptica del 2008. Sitúense en 1966. Ciertamente resulta complicado. Miradas lesbianas pecaminosas. El varón domado. Una doctora en lugar del esperado doctor. La fuerza bruta de la incultura asiática. ¿Dónde está Dios? ¡Que baje a ayudar!... “Escándalo, esto es un escándalo...”


Y en medio de todo este berenjenal, un John Ford en el ocaso de su carrera y de su vida. ¿Pero no era machista este Ford? Tanto John Wayne, tantos Centauros del Desierto, hombres tranquilos y sargentos negros. Sorpresa, sorpresa. Ahora se descuelga con nada menos que siete mujeres y sin convencionalismos ni sexuales ni religiosos. Todo en cuestión. Disección a la psicología femenina. ¡Y lo hace bien! ¿Alguien lo dudaba? Y es que Ford aún en el fin de sus días, enfermo y con alguna copa de más, sigue siendo el Ford genial de Las uvas de la ira ó La Diligencia, machista relativo, baste recordar el imponente papel de Jane Darwell como madre de la familia jornalera que le valió el Oscar a la mejor actriz secundaria en el 40, e irlandés de pura cepa. Eso marca.


Ford tenía 71 años en 1966 y una larga trayectoria en sus espaldas. Un tema conflictivo y polémico como este, a cualquier otro lo hubiese hundido. No a Ford. Ford estaba en la élite de los intocables. En el Parnaso de los elegidos. Mas de 130 películas le avalaban.


No puedo omitir la fantástica interpretación del elenco femenino del film. Pero Anne Bancroft supone un punto y aparte. De quitarse el sombrero. Que lo lleva y bien puesto. A lo Wayne, como no podía ser de otra manera.


Los hombres a la altura del betún. Menos mal que Eddie Albert nos redime en el último suspiro de nuestra triste suerte...




LA DAMA EN CUESTION (CHARLES VIDOR - 1940)

Breve sinopsis:

Un comerciante de bicicletas interviene como miembro del jurado en un proceso por asesinato. Su convencimiento de la inocencia de la acusada le impulsará a ayudarla con el desconocimiento de su familia.


Charles Vidor es otro exponente más del impulso dado al cine USA por los cineastas europeos. Desde su Hungría natal dio el salto a los Estados Unidos en 1924 y es el director de una de las películas míticas del cine norteamericano y universal: Gilda. Aunque lo mítico probablemente sea la archiconocidísima bofetada de Glenn Ford a Rita Hayworth.

Esto sucedía en 1946, pero seis años antes, justo en 1940, la pareja Ford-Hayworth ya se vio las caras en La dama en cuestión, romance incluido pero, eso sí, casto, castísimo, sin Put the Blame on Mame ni guante alguno que extraer. Algunos críticos califican el film de Película-escaparate, a gloria de Margarita, y probablemente sea cierto, aunque a mi modo de ver no estab
a claro si se quería vender la Rita modosita y con aires de niña buena ó la bailarina sensual devoradora de hombres. En la dama en cuestión se elige la opción “chica buena en problemas” y claro, había que haber despedido al escaparatista porque de futuro... poco. Menos mal que Sangre y Arena de Mamoulian en el 41 puso las cosas en su sitio y a la Hayworth donde le correspondía, actriz regular tirando a floja y sex - simbol de la década.

La dama en cuestión respira un cierto tufillo vodevilesco, a comedia de enredo, a sainete de los Quintero, evidentemente sin el gracejo andaluz. La mano de Charles Vidor deja su toque personal, con lo que la obra se ve con agrado y cierto interés, pero poco más. Eso si, me ha resultado muy interesante la actuación de Brian Aherne, actor desconocido para mi y del que estoy intentando recuperar el tiempo perdido con algún otro trabajo suyo como por ejemplo Juarez de William Dieterle.

Si buscamos bien, siempre hay algo positivo. Sin duda.





martes, 22 de julio de 2008

EL VIOLIN (FRANCISCO VARGAS QUEVEDO - 2005)



Breve sinopsis:
Al regreso de una de sus salidas "músico - revolucionarias", tres músicos encuentran su aldea tomada por las fuerzas opresoras.



En mis escasas salidas de mi cueva de los clásicos me he topado, casi de bruces y sin saber como sucedió con esta maravilla de película donde el cine se hace vida y la vida, cine. Cine cabrón, por la identidad cine-vida, y porque la vida es cabrona a veces. Cine universal como pocos, porque atañe a las esencias mismas de la naturaleza humana, a los opresores y a los oprimidos, a la calma de la vejez y a la rebeldía de la juventud, a la propia existencia que se repite imperturbable, de padres a hijos, de abuelos a nietos...


Todo ello mecido por los acordes de un violín y de una música eterna. Música de paz y de revolución. Música de amor y de guerra. Para sensibilidades que no saben de uniformes. Incluso para almas en caminos equivocados porque la vida es cabrona a veces. (Permítánme la expresión en la medida que se trata de una de las frases con mayor profundidad del film.)

Película hermosísima de imaginar pero muy difícil de realizar. Gran mérito el de su director, el mejicano Francisco Vargas Quevedo, justamente premiado en diferentes muestras, en especial la de Cannes, donde también se reconoció el trabajo de Don Ángel Tavira como Plutarco Hidalgo. Un prodigio, no de interpretación, sino de naturalidad. Identificación plena Ángel - Plutarco, como si uno y otro se hubiesen encontrado en un pasado reciente. ¿Retrato ó interpretación? Seguro que en cada uno de nosotros está la respuesta.

¿Méjico? Casi una anécdota. En realidad podría ser Guatemala, Vietnam, Colombia. Lo que ustedes quieran. La codicia no entiende de razas ni de lenguas. La lucha por la libertad, tampoco.

LA SENDA TENEBROSA (DELMER DAVES - 1947)




Breve sinopsis: Un hombre se evade de prisión dispuesto a demostrar su inocencia en el asesinato de su esposa. El azar, en forma de mujer, le ayudará en su empresa.


La senda tenebrosa es un magnífico ejemplo de cómo hacer con un pésimo guión una buena película, gracias a la interpretación de una de las grandes damas de la pantalla grande (Agnes Moorehead) y al carisma de la pareja cinematográfica por excelencia (Humphrey Bogart - Lauren Bacall).


Y hablo del guión. No de la novela de David Goodis que, visto lo visto, parece tener elementos mas que suficientes para cautivar al espectador. Y aquí quien realmente nos cautiva es nuestra Agnes-brujita querida, junto a los “Bacall eyes”, por supuesto. Bueno, y un poco también el amigo Bogart aunque no creo que sea esta una de sus mejores películas.


Zapatero a tus zapatos. Sin tintes políticos. Delmer Daves a dirigir, que lo haces bien. Ahí quedan El tren de las 3,10 para Yuma ó El árbol del ahorcado. Pero, suponiendo que no hubiese huelga de guionistas, había que haberle dejado a otro la concreción de la línea argumental. Tal vez así nos hubiésemos tragado la píldora de tantísimas casualidades, de tanto “caprichoso” azar al servicio de la historia, nada menos que en un San Francisco donde hay unos cuantos millones de individuos pululando por allí, para que la fatalidad se cebe siempre en los mismos.
Pobre Bogart. No pongas un circo que te crecerán los enanos, los leones se declararán en huelga de hambre y probablemente hasta el hombre-bala se atasque en el cañón. Tanta mala suerte no es creíble. Si es que paras a tomar un café y ahí está la pasma sospechando. Si es que vas en visita de “cortesía” y acabas tirando la casa y lo que no es la casa por la ventana. ¡Que ni pintada para habitación del pánico!.

¡Y aun así la película es buena!... Gracias Agnes, gracias Lauren, gracias Humphrey...









LOS CRÍMENES EN EL MUSEO DE CERA (ANDRÉ DE TOTH - 1953)



Breve sinopsis:

El provocado incendio de un pequeño museo de cera supondrá para su creador un vuelco en su vida personal y profesional.


Siempre me gusta contrastar mis propias opiniones con las de otros espectadores y en el caso de esta realización de André de Toth estoy comple
tamente de acuerdo con la crítica publicada por Jeffrey M. Anderson que podrán encontrar en la página web “Combustible celluloid”.


Traduciendo del inglés, el señor Anderson dice algo así: “ House of wax no es particularmente espeluznante ni tiene mucho suspense pero resulta muy entretenida y crea una atmósfera de terror partiendo de colores vivos y de sombras...” Un resumen de lo más acertado al que no le resta más que añadir la interpretación excelente y profesional de Vincent Price así como la atrevida incursión por parte de Toth en el universo 3D, sin perder de vista que estamos en el inicio de los 50 y aunque la versión visualizada por mi se limite a las dimensiones de un único plano, se reconoce la novedad óptica de ciertas secuencias como las del paddel-animador, ó las bailarinas del can-can.



Es cierto que los años no pasan en balde y que aquellos terrores hoy incitan más a la sonrisa que al escalofrío pero hay que ser justos y reconocer el mérito de este trabajo del director húngaro que tuvo la osadía de rodar en tres dimensiones con parche en el ojo incluido y que, además, dio a Price su primer papel en un género que acabaría siendo suyo: el del terror.

 
Si buscan atmósferas inquietantes pero absolutamente inocuas para el corazón y además sin tanto ketchup de ese que ahora llaman gore, esta es una magnífica opción.


miércoles, 16 de julio de 2008

BERLIN EXPRESS (JACQUES TOURNEUR - 1948)


Breve sinopsis:


Una conspiración para asesinar al impulsor de la reunificación alemana de posguerra, sirve de pretexto a Tourneur para filmar un impactante documento sobre los desastres del mayor conflicto bélico del siglo XX


No son las ruinas esplendorosas del Partenón griego ni las del Coliseo romano. Son las ruinas del pecado de exaltar el justo orgullo ario hasta los límites de la locura nazi. Esas imágenes, las de Frankfurt y Berlin absolutamente destrozadas, son las que quedan en mi retina después de ver Berlin Express, film de Jacques Tourneur que no pasará a la historia como joya del cine negro pero sí como documento histórico de una época que nunca deberá olvidarse.


No le busquemos otro sentido al film. No lo tiene. Y Tourneur lo sabe. El cineasta quiere que el recuerdo del horror se instale en nuestras neuronas y retrata el holocausto de las ciudades, los restos de su esplendor. No son siquiera ciudades muertas son ciudades derrotadas, destruidas, masacradas... Este es el activo de la película. La trama del asesinato del lider para la reunificación alemana no pasa de ser pura ficción con mucha moralina, que nos deja algunas secuencias y fotografías interesantes y sobre todo la atmósfera claustrofóbica del expreso nocturno.


El actor principal: El narrador. La voz en off que, como en todo documental que se precie, posiciona con precisión matemática a cada cual en su sitio. El americano en el compartimento A, la francesa en el B y así sucesivamente... La cosa incluso llega a parecerse a uno de aquellos chistes patrios: “Había un francés, un inglés, un americano, un ruso, un alemán...” Bueno, falta el español, con lo que la cosa ya no tiene gracia...

Bien por Robert Ryan, el mejor y tan profesional como siempre. Digna Merle Oberon y el resto, destacables comparsas de una película que consigue lo que pretende que no es otra cosa que impedir que aquel gran sin sentido histórico se apolille en las viejas páginas de los viejos libros de historia del siglo XX.








sábado, 5 de julio de 2008

LA ROSA TATUADA (DANIEL MANN -1955)



Breve sinopsis:

La vida de una mujer siciliana sufre un vuelco como consecuencia de la muerte de su esposo y de sus propios principios. El encuentro con otro hombre la forzará a replantearse su situación.
Anna Magnani, ciclón, tsunami, fuerza de la naturaleza. ¿Sobreactuando? ¿Sobreactúa un huracán? La fuerza y el temperamento en el país de las maravillas. Primera película en los United States y Oscar a la mejor actriz. Ahí queda eso. ¡Forza Italia! Nuestra Anna de las mil furias compartiendo cartel con un Burt Lancaster magistral pero humano. Anna no. Ella está en otra dimensión. Ella es la casta, la raza, el coraje... Ella es Sicilia, con su Madonna y sus siglos de historia y supervivencia.

No puedo negar que el terremoto Magnani conmueve mis estructuras. Y lo hace aún reconociendo que el bueno de Burt está sublime como nieto poco espabilado del tonto del pueblo. Mezcla explosiva esa de cuerpo atlético, cerebro en vias de desarrollo y viuda consolable siciliana. Con gotas de calor sureño y esas camisetas mojadas tan propias de Tennesse Williams. ¿El resultado?: Un cóctel Molotov rebautizado como Cóctel delle Rose.Un romance apasionado, tórrido e incandescente al que un director demasiado cohibido como Daniel Mann parece desposeer de esa fuerza bruta que, sin duda, debió transpirar la novela para sujetar la historia a los convencionalismos más pacatos.


Durante la primera parte de la película, la fuerza de Anna Magnani es tal, que no precisa rival que le dé cancha. Ella se basta y sobra para llenar el escenario. En la segunda parte, el contrapunto lo pone Burt Lancaster quien, a mi parecer, es el único actor capaz de “enfrentarse” a ella. Ese tandem presagiaba tardes de gloria incandescentes, hogueras de pasión y la cosa se quedó en fuegos artificiales por arte y parte de un director al que condicionaron demasiado los tiempos del “qué dirán”...

Tennesse Williams no pensó en Anna Magnani para el papel de Serafina delle Rose. No. En realidad, escribió el papel para ella. Creo que con esto se dice casi todo..



jueves, 3 de julio de 2008

LA INVASION DE LOS LADRONES DE CUERPOS (DON SIEGEL - 1956)


Breve sinopsis:

Detrás de la aparente normalidad de los habitantes de una pequeña localidad norteamericana se esconde una invasión leguminosa de tal calibre que amenaza con la extinción de cualquier sentimiento humano.


Vaina, del latín Vagina también significa persona vil y despreciable. Aquí tienen, en tono de humor, un pequeño resumen de la película: Los vainas renacen de la vaina. ¿Valdrá la redundancia? Tal vez. Lo que evidentemente si vale, y mucho, es este trabajo de Don Siegel con unos medios ridículos si los comparamos con cualquier producción de hoy en día pero con una profesionalidad a prueba de extraterrestres.



Y en este siglo XXI en el que la ciencia ficción va perdiendo su apellido y su misterio, es revitalizante encontrar y revisar aquellas viejas historias que acongojaban al personal. Y es todavía más satisfactorio darles esa segunda lectura visto lo visto y vivido lo vivido. Que había mucha bruja suelta por ahí y mucho MacCarthy al acecho. Aunque tampoco era cuestión de pasarse no fuese a suceder que los espectadores saliesen despavoridos de las salas de proyección para desplomarse bajo las ruedas de algún camión cargado de habichuelas mágicas. Que para eso ya se bastó y sobró Orson Welles y su invasión de marcianitos belicosos. Tal vez por ello y para evitar males mayores el tempo fílmico se desliza por la vía del flashback, es decir que se conoce parcialmente el desenlace pero no el nudo ni el intríngulis. Cierto consuelo, si señor, para espectadores aprensivos.

Este tipo de películas suele envejecer mal ante la avalancha de tecnologías, ordenadores y FX, pero no es el caso de este film de Siegel que, pasados los años, se sigue viendo con mucho interés, las antenas alerta y procurando no dormirnos por si las moscas, no sea que nos sorban las ideas, que no son muchas pero son nuestras y les tenemos cariño...

Muy buena.






miércoles, 2 de julio de 2008

SODOMA Y GOMORRA (ROBERT ALDRICH - 1962)

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Las cinematográficas mezclas de historia y sacralidad no suelen estar demasiado bien vistas especialmente en estos tiempos que corren. Lo de los milagros no se lleva bien últimamente y la historia tampoco se corresponde demasiado con el carbono 14. Estos son los handicaps de partida con los que cuenta Sodoma y Gomorra máxime en el 2008. No obstante me siento dispuesto a otorgar una buena puntuación a esta película. Aldrich es un buen director que convierte lo que podría haber sido un peplum de tres al cuarto en una excelente recreación histórica ó pseudohistórica, como prefieran.


Excelente el trabajo de cámara y montaje en la batalla con los edomitas, espectacular la destrucción de las pervertidas ciudades por la cólera de Dios, espléndida la filmación de jinetes y cabalgaduras en la carga sobre los hebreos y muy bueno en general el trabajo de dirección de masas, que haberlas háilas y abundantes. Como verán la seducción del film no está tanto en la representación de una vida regalada, lasciva, hedonística y sensual que es lo primero que se nos viene a la cabeza al pensar en Sodoma y en Gomorra sino en otros aspectos de realce: fotografía, color, interpretación de los actores, música y por encima de todos ellos, esa habilidad de su regidor para mantener bien el "tempo" de la obra y con ello su interés para el espectador.


Es cierto que esa gama cromática con que se inicia la película parece un presagio de aquellas psicodélias alucinógenas tan propias de los 60 y es igualmente cierto que 154 minutos de película pueden acabar lastrando. Falsas premoniciones. La fotografía, el color y en general todo lo relacionado con el apartado imagen, ponen su genial contrapunto a una historia que creíamos conocer pero que acabamos descubriendo que no. Que, sin entrar en el eterno dilema de cine versus realidad ó pseudo-realidad, es mucho más que la famosísima estatua de sal. Y en ese interés, no diré que se nos figure corta, pero casi...