domingo, 13 de abril de 2014

ARSENE LUPIN (JACK CONWAY - 1932)




Contrariamente a lo que se ha dicho esta no fue la primera vez en que dos Barrymore (John y Lionel) compartieron escenario. Los años 1917 y 1919 contaron con su presencia teatral e incluso con su hermana Ethel. Sin embargo, fue en esta producción de la MGM dirigida por Jack Conway: Arsene Lupin, donde la química entre ambos hermanos se traspasa a la gran pantalla haciendo palidecer inclusive su argumento. Claro que la sangre no acaba llegando al río y la historia del novelesco ladrón no desmerece por lo que la película se ve con interés.

 Como aliciente adicional, por si el duelo Barrymore no bastase, tenemos algunas escenas claramente identificables como pre-code con una supuesta condesa rusa ligerísima de ropa y encamada desde su primera aparición en la habitación del Duque de Charmerace (John), escena donde las sugerencias y diálogos atrevidos evocan, salvando muchas distancias, el cine del maestro Lubitsch. Su toque cómico tampoco es el famoso toque del alemán pero tiene algunos puntos de coincidencia. Pueden acusarme de herejía cinematográfica pero si ven la película verán que hay algo de verdad en mis palabras.

 El libro de Maurice Leblanc ha sido llevado al cine en muchas ocasiones por lo que su historia no resulta desconocida para el gran público. Incluso hay una versión relativamente reciente del año 2004. Arsene Lupin , ladrón de guante blanco, tiene atemorizada a la high sociedad parisiense del XIX por sus robos audaces e inexplicables. El inspector Guerchard (Lionel) arriesga su propio futuro en caso de no conseguir desenmascarar y dar captura a un delincuente que lleva su osadía hasta las últimas consecuencias: Robar la Gioconda en pleno Louvre y a la luz del día, rodeado de la gendarmería al completo.

Un argumento entretenido que sirve de escaparate donde se muestra la categoría interpretativa de los dos hermanos Barrymore, en papeles aparentemente opuestos pero que acaban solapándose en muchos momentos. Para el espectador, durante bastantes fases del film, ambos resultan sospechosos y los “interrogatorios” mutuos a que se someten en ciertos momentos son combates dialécticos de alta escuela. 

Es cierto que el tono cómico y distendido prevalece sobre la típica historia más o menos seria de policías y ladrones y en consecuencia se aceptan ciertas libertades como un final un tanto cara a la galería. Y es que en realidad la forma prima sobre el fondo. Y la actuación de los brothers se come con patatas la propia historia de Lupin y esta no es mala, que conste…

 Puntuación: 7,35

4 comentarios:

El Despotricador Cinéfilo dijo...

Amigo Father: Yo he visto en mi vida poquísimas películas de John Barrymore, pero a pesar de ello me da la sensación que era el que más talento tenía de los tres hermanos, a pesar de que fue el único que no ganó un Oscar. Está siempre sublime y genial.

En cuanto a Lionel Barrymore pues, a pesar de tener algunos protagonistas, siempre lo recordamos como secundario de lujo de tantas Obras Maestras del Hollywood clásico.

Mara Miniver dijo...

Jeje, con tanto Barrymore y el pre-code me has convencido... Ahora a ver si la encuentro ;)

Un abrazo

FATHER_CAPRIO dijo...

DC: Estoy de acuerdo contigo aunque Lionel se me grabó en el recuerdo por su papel en aquella maravilla que fue Cayo Largo de Houston. Hace poco lo vi de nuevo en Los pantanos de Zanzibar de Browning. Reconozco que lo hacía bíen. Ethel destilaba caracter por los cuatro costados. Su fisico y especialmente su rostro mas bien duro, ayudaban. Una familia interesante para los cinéfilos.
Saludos

FATHER_CAPRIO dijo...

Mara:
Jejeje Parece que estoy vendiendo un producto. Solo expongo opiniones y me gusta que alguien se anime.
Por otra parte no se si he confesado este secreto, pero para mi, estas películas son de otras generaciones anteriores a la mía, pero siento un interés por ellas en la medida que considero que son buen cine. Y el cine actual también me interesa, pero tengo un problema, y es que me falta tiempo... como todos. Por ello, después de elegir, suelo transitar muchos por aquellos años de chalados con sus locas cámaras.
Besos.