Es imposible hacer un comentario medianamente serio de una película como La misión sin referirse al papel jugado por España, Portugal y el propio Vaticano en la colonización de América. Sin embargo unas pocas líneas no son suficientes, sobre todo si consideramos la multitud de extensísimos estudios sobre este período histórico que condujo a nuestro país a ser la primera potencia de un mundo nuevo en cuanto a dimensiones se refiere.
Un resumen muy esquemático de La misión podría ser: “La Iglesia Católica al servicio de los poderosos” o también “Los intereses económicos frente a los divinos. Dios en un segundo plano”. Son frases, como otras muchas posibles, que tratan de compendiar lo fundamental de una película tan hermosa como dura. Hermosa en su fotografía. Bellísima en su música (genial Morricone). Espectacular en su desarrollo. Perfecta en sus interpretaciones. Durísima en su realidad.
En las páginas de aquellos libros de historia que abríamos sobre nuestros pupitres hace “un millón de años” descubríamos ilustraciones donde los clérigos españoles evangelizaban aquellas inhóspitas y recién descubiertas tierras. Nadie nos dijo que aquello fuese una tarea fácil. En verdad no lo era. Tampoco nos dijeron que los conquistadores fuesen hermanitas de la caridad. Se sobreentendía que buscaban oro, riquezas, Dorados, nombre y prez, y en esa búsqueda los arcabuces se llenaban de pólvora y se segaban vidas indígenas convertidas o no. Todo esto estaba allí, literal o sobreentendido, en los libros de texto, pero lo que no estaba y además era inimaginable para nuestras almas cándidas en formación, era que la Iglesia tomase el partido de los asesinos, de los esclavistas, de los usureros, de los intereses más interesados, en contra de los más débiles. Eso no estaba escrito y además no podía ser.
En La Misión muchos verán ciencia ficción histórica. Otros en cambio pensamos que las similitudes con la realidad de lo que en verdad pasó debieron ser numerosas. Otros acontecimientos como la cruzada contra los cátaros ya pusieron de manifiesto los acercamientos interesados del clero, en sus instancias más elevadas, a los intereses políticos y reales. Las implicaciones del trono de Pedro en acontecimientos de memoria non grata para la humanidad han sido muchas y la imagen de la Iglesia, más allá de beaticas cegueras, ha sido nefasta. Pero aparte de esto, también hay que reconocer la existencia llena de valor y desprendimiento de personas capaces de renunciar a sí mismas con tal de extender la palabra de Dios. Ahora, ayer y en todo tiempo y lugar. En ellos se conservan los principios básicos que inspiran nuestra religión.
Apenas he hablado de las formas externas del cine. Hoy tocaba hablar de guiones, de historias, de sentidos profundos. Formalmente la película es una maravilla. Rozando la perfección.
Un resumen muy esquemático de La misión podría ser: “La Iglesia Católica al servicio de los poderosos” o también “Los intereses económicos frente a los divinos. Dios en un segundo plano”. Son frases, como otras muchas posibles, que tratan de compendiar lo fundamental de una película tan hermosa como dura. Hermosa en su fotografía. Bellísima en su música (genial Morricone). Espectacular en su desarrollo. Perfecta en sus interpretaciones. Durísima en su realidad.
En las páginas de aquellos libros de historia que abríamos sobre nuestros pupitres hace “un millón de años” descubríamos ilustraciones donde los clérigos españoles evangelizaban aquellas inhóspitas y recién descubiertas tierras. Nadie nos dijo que aquello fuese una tarea fácil. En verdad no lo era. Tampoco nos dijeron que los conquistadores fuesen hermanitas de la caridad. Se sobreentendía que buscaban oro, riquezas, Dorados, nombre y prez, y en esa búsqueda los arcabuces se llenaban de pólvora y se segaban vidas indígenas convertidas o no. Todo esto estaba allí, literal o sobreentendido, en los libros de texto, pero lo que no estaba y además era inimaginable para nuestras almas cándidas en formación, era que la Iglesia tomase el partido de los asesinos, de los esclavistas, de los usureros, de los intereses más interesados, en contra de los más débiles. Eso no estaba escrito y además no podía ser.
En La Misión muchos verán ciencia ficción histórica. Otros en cambio pensamos que las similitudes con la realidad de lo que en verdad pasó debieron ser numerosas. Otros acontecimientos como la cruzada contra los cátaros ya pusieron de manifiesto los acercamientos interesados del clero, en sus instancias más elevadas, a los intereses políticos y reales. Las implicaciones del trono de Pedro en acontecimientos de memoria non grata para la humanidad han sido muchas y la imagen de la Iglesia, más allá de beaticas cegueras, ha sido nefasta. Pero aparte de esto, también hay que reconocer la existencia llena de valor y desprendimiento de personas capaces de renunciar a sí mismas con tal de extender la palabra de Dios. Ahora, ayer y en todo tiempo y lugar. En ellos se conservan los principios básicos que inspiran nuestra religión.
Apenas he hablado de las formas externas del cine. Hoy tocaba hablar de guiones, de historias, de sentidos profundos. Formalmente la película es una maravilla. Rozando la perfección.
4 comentarios:
Saludos,
como cada año quiero publicar el mes que viene el top ten de actrices sexy de Hollywood. pero este año quiero que el ranking sea el resultado del voto de los lectores del blog. Es por eso que quería invitarte a participar en ello enviandome la lista de las 10 actrices actuales más bellas según tu criterio.
Gracias y saludos !!!
El Cine de Hollywood
nestorcine.blogspot.com
¡Qué cándidos éramos, Father,y toda aquella jerga de evangelización e imperio para llevar la palabra de Dios al nuevo mundo!....En fin, como bien dices eso era hace un millón de años, hoy la iglesia está en entredicho, no por su palabra, sino por su obra ¡qué horror, qué tremendo horror!
La peli....coincido al cien por cien contigo. Es una peli bellísima, con una música bellísima y con unas intepretaciones geniales. Esa imagen del misionero cayendo por la cascada de ¿Iguazú? soberbia. Un verdadero icono.
Un abrazote.
Te he seguido en silencio tanto en el blog como en Filmaffinity, pero no encuentro sentido ha este tiempo pasado. Bueno, "La misión" es una película que hay que ver, por sus imágenes (¿esto es el cine, no?), por su música (Morricone vs Monteverdi), por la interpretación (De Niro por aquellas montañas) y hasta por el guión, pues para mi, que puedo estar o no con la tesis, en el cine me voy a la "forma" de contarlo.
Más que el trono de Pedro, creo que en realidad fue el de Pablo, porque tengo entendido que la Iglesia se asienta sobre las doctrinas paulinas (misóginas, reaccionarias, etc..)
Hace muchos años que no la he vuelto a ver. No guardo mal recuerdo de ella, pero tampoco es que me apasionara... Aunque tu reseña me hace pensar si darle otro visionado. La música sí que era fantástica...
Un saludo.
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