Para evitar equívocos, les anticipo que voy a puntuar esta película con 8,50, aunque estemos en el año 2011 y muchas de las cuestiones que Antonioni nos propone hayan quedado hechas unos zorros con el paso del tiempo. Los megapíxeles, la HD o el 3D han hecho que la película sea poco inteligible para unas nuevas generaciones que pueden perderse entre cuartos oscuros, revelados y ampliaciones y a las que hemos malacostumbrado con un cine, salvo honrosísimas excepciones, masticado y digerido.
Me mantengo firme en mi idea de que al cine no hay que ir con un manual de instrucciones donde se encuentren las claves para entender la película, pero ello no es óbice para que nuestras células grises hagan un poco de ejercicio y reflexionen. Este es el caso. Un partido de tenis-mímica, una bola imaginaria y el acto de devolverla a la pista, son el in crescendo de una música coral que ha estado presente durante toda la película recordando de forma monocorde que no existe una realidad absoluta sino una realidad con la relatividad de haber sido filtrada por seres humanos distintos y heterogéneos. Si buscamos la lógica de lo absoluto y de lo contundente, la película es un sinsentido total. Si nuestra mente está abierta a cualquier cuestión por fantástica que resulte quizás aprehendamos algo de la idea original de Cortazar autor de la novela corta “Las babas del diablo” en que se basa el film, o del propio Antonioni.
Si tuviese que elegir una escena como la clave del film, esa especie de Código da Vinci capaz de poner en orden todo lo que nuestros sentidos han ido captando a lo largo de dos horas de proyección, elegiría sin duda ese instante en el que un pintor abstracto encuentra el sentido a su obra. Los puntos, los trazos o los colores no tienen entidad propia hasta que alguien parece encontrar un rostro o una pierna entre la obra inicialmente informe. ¿Qué es lo real? ¿Nace o se hace? No. No estoy predicando una filosofía del absurdo, y quien vea la película me entenderá.
En el aspecto puramente formal estamos ante un film colorista, bien trabajado fotográficamente, tanto en exteriores como en interiores, buen escaparate para Vanessa Redgrave, Sarah Miles o la misma Jane Birkin , donde destaca la interpretación de David Hemmings y que recoge algunos de los rasgos identificadores de aquellos años 60 especialmente por lo que se refiere a un cierto status social que se mueve entre sexo, drogas y rock and roll, con vestidos con formas geométricas y colores chillones, el mundo de la moda con sus mitos y sus erotomanías. Las blusas de quita y pon, los pantys super deslizantes… Un mundo y una sociedad que el tiempo ha apolillado en exceso, aunque de este pecado nadie anda libre y nuestra hermosa sociedad actual recién salida de la lavandería acabará con la misma polilla con mayor rapidez.
En definitiva, una película abierta, antes y ahora, a la posibilidad de interpretaciones y debates. Film de culto, de cine fórum o de aquella “Clave” de Balbín, pero también de ¡Que grande es el cine! de Garci. Una película que no puede condensarse en el post de un aprendiz de cinéfilo como quien suscribe y que necesita más del tratado que de la octavilla. Una película que, más que dar soluciones, da que pensar…
Puntuación: 8,5
13 comentarios:
La tengo pendiente y no me llama,pero le dare una oportunidad
Father.
Un saludo
Yo ya le he dado en mi vida demasiadas oportunidades a Antonioni y no le pienso dar más. En la cinefilía están los que le adoran y los que le detestan. A mi "Blow-up" me pareció un soberano e incomprensible aburrimiento. Sé que es un clásico del cine pero yo no puedo con él.
Creo que se le ha sobrevalorado excesivamente desde siempre, aunque claro, sobre gustos...
Un abrazo para todos
Es justo el tipo de película que me gusta, de las que son conflictivas para dar un veredicto y que representan un juego mental producto del arte, sin embargo algunas cintas basadas en libros de mi interés las pospongo, ésta la tengo suspendida en el aire, aunque suelo disfrutar de Antonioni, un director intelectual muy interesante. Un abrazo.
Mario.
Una vez leida tu reseña da que pensar desde luego y pone sobre la mesa la cuestión ¿ver o no ver? como dilema..
De entrada no sé si me apetece pero igual deberia darle una oportunidad..;-)
La puntuas alto..
Un saludo y feliz noche :-)
Con independencia de todas las conclusiones que se pueden extraer de esta película que para mí es bastante poliédrica, sólo por la fotografía, el vestuario y la dirección artística, creo que merece ser vista y por lo mismo calificada con notable alto, como tú muy bien has hecho!
Saludos
Una gran película, la vi en la Filmo de Barcelona en un programa doble junto "El desierto rojo" (ésta sí es algo durilla) Aquí David Hemnings tocó el cielo con las manos pues no volvió a tener un papel importante. Curioso el homenaje que Brian de Palma hizo a esta película con "Impacto". Borgo.
Atticus: Pendiente la he tenido yo hasta ahora. No solo no me llamaba sino que me daba casi repelús. Tal vez sin darme cuenta estaba demorando el momento hasta esa madurez imprescindible para sino entenderla, cuando menos sacar alguna conclusión.
Saludos
D.C.: Tienes todo el derecho del mundo a despotricar. La película se presta a ello. Los términos locura y lógica parecen intercambiados. Ni siquiera yo afirmaría que mis conclusiones fuesen las verdaderas. Pero eso sí, esas conclusiones son mías y bajo mis propios esquemas tienen una cierta coherencia. Pienso que tal vez fuese eso lo que tratase Antonioni que cada uno de nosotros hiciese su propia película. Yo la hice y me da igual que coincida con los demás. Las rayas y los puntos abstractos para mi pueden significar una isla madrepórica y para otros una visión dantesca. Todo es válido y por ello la propuesta de Antonioni me parece buena. Pero con el más absoluto respeto a los demás.
Saludos amigo
Mario: La película es muy conflictiva. Por los comentarios de los amigos veo que no solo yo he tenido cierta aprensión al film y también veo que hay opiniones de todo tipo. Blow Up da mucho juego. Probablemente eso se pretendía. De cualquier modo el juego es absolutamente intelectual y todo lo que sea aguzar las neuronas siempre es positivo.
Saludos
Abril: ¿Ver o no ver? Como verás (valga la redundancia) no eres la única con tal shakasperiano dilema. Pienso que este tipo de películas exige estado de ánimo y buenas dosis de madurez. Aún así el resultado no está asegurado. Además, y no se si es ser demasiado filosófico, el resultado puede ser la calificación de la película como un bodrio o una infusión de adormideras. Y sería un resultado válido porque sería el tuyo personal.
Y me callo porque me empiezo a confundir con Shopenhauer.
Saludos
deWitt: Me gusta tu descripción de la película como poliédrica (seguro que te robaré la expresión en alguna que otra crítica) Las facetas del poliedro son muchas. Un eneagono cuando menos.
Desde luego no es una película fácil. En realidad lo fácil es el desconcierto. Pero existe la posibilidad de salir a flote. Y yo conseguí salir.
La he puntuado alto, pero debo decir que la fotografía, el color y la dirección artística también añadieron puntos a mi nota. Y ese recreo de una época que se muestra tal como la recordamos.
Saludos
Miguel: Encontrar aliados en una película difícil como esta se agradece. Mi opinión es que es una buena película, rompedora, atrevida, difícil pero nadie dijo que esto fuese a ser fácil. Un mirlo blanco para Hemmings a quien no se recuerda demasiado por otros papeles.
Solo por hacer ejercicio neuronal ya merece la pena. Si encima sacamos conclusiones y nos satisfacen personalmente pues misión cumplida. Ese instante en que el cine somos nosotros es el que hace a Blow Up una gran película.
Saludos.
La escena en que analiza la foto es la que más me gusta. Y el inicio del filme entre tanta alegría de la juventud inglesa.
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