Las películas gustan o no gustan. Esto, que parece una absoluta memez por mi parte, viene a cuento especialmente en el caso de Desayuno con diamantes (prefiero llamarla y así lo haré en lo sucesivo Breakfast at Tiffanys pues diamantes hay muchos y Tiffanys no).
Por lo general, suelo acabar de visionar los films y busco en la Red los comentarios de quienes me precedieron en la valoración de las películas lo cual puede conllevar consenso pero resta espontaneidad y podría incluso condicionar la propia opinión. En este caso no lo he hecho así. Me complace dejar plasmada en estas pocas líneas la impresión original, algo así como el vino del primer prensado.
¿Porqué me gusta Breakfast in Tiffanys? Me gusta porque no pasa nada, pero pasa todo. Si ustedes analizan cada momento del film desde las irritaciones del casero hasta la libertad de un gato sin nombre, pasando por guateques, Sing Sing, millonarios brasileños, solteros con presumible fortuna, escritores mantenidos y decoradoras que mantienen, pueblerinos maridos y empleados de joyería, se darán cuenta que no existe una conexión aparente entre todos y que los distintos momentos se solapan unos con otros conformando un aleluya que solo tiene sentido si nosotros mismos se lo damos. Y el único sentido que yo encuentro en todo ello es el sentido de la libertad.
Holly (Audrey Hepburn) vive en una cárcel. Cárcel sin barrotes y con las puertas abiertas de par en par. La cárcel de la independencia. La peor de las prisiones posibles porque no se reconoce como tal. Tyffanys está muy bien. Desayunar en Tyffanys también. Pero a veces no hay que quedarse “colgao” en las alturas y descender al mundo real y desayunar un tazón de cereales, con la persona a la que se ama o sólo si así se tercia o prefiere. La vida es demasiado corta para entretenerse en especulaciones. Los barrotes que forjamos para resguardar nuestra libertad dejan escapar la misma a través de ellos. Holly se da cuenta en ese instante final bajo la lluvia con un gato entre los brazos al que bien podrían llamar Rain desde aquel momento.
Audrey Hepburn está maravillosa, siempre con esa imagen de nuera que todas las madres querrían para sus hijos. Para George Peppard , más allá de famas televisivas, es el papel de su carrera. Mickey Rooney cómicamente orientalizado y Martin Balsam siempre profesional. Buen trabajo de Buddy Ebsen a quien algunos recordamos de una serie de los 60 llamada Los nuevos ricos. Punto y aparte para Mancini y su música representativa del cine, de una época y del sueño neoyorkino. ¿Qué decir de Blake Edwards? Una garantía. Y Capote entre las bambalinas literarias. ¿Que más se puede pedir?
Podría haber documentado estas líneas muchísimo más. Es fácil, hay muchas referencias tanto bibliográficas como en la web, pero he preferido filtrarles la película a través del cedazo de mis sensaciones. Tal vez ustedes prefieran no leerme para no condicionarse. Harán bien.
Puntuación: 9,00
11 comentarios:
Con esa deliciosa y sencilla melodia de fondo se puede cerrar los ojos e imaginar que paseas por la 5Th Avda en un dia "rojo" y te detienes frente al escaparate de Tyffanys de la mano de Holly..con vestido negro incluido.
Asomarte a la ventana y oir las teclas del vecino del 5º que escribe..
Lo del gato también. A mi me gustan los gatos pero no le dejaria nunca solo bajo la lluvia ¡ pobre!..¡Miau !
Es una película para disfrutarla, simplemente.:-)
Saludos con diamantes
Creo que siempre nos aliena algo pero en mi caso trato de ver la película desde las sensaciones y desde la introspección personal, trato de ser honesto conmigo, al final nadie está obligado a decir un único concepto, mientras se argumente y sea uno coherente con sus ideas no hay problema. Sobre ésta cinta siempre me ha interesado, y la voy a ver tarde o temprano pero primero será el libro de Capote que no es muy largo y que he leído que es mucho más duro y realista, por ese lado siento que va mi preferencia, e igual grande la oportunidad de ver una obra tan popular dentro del cine. Un abrazo.
Mario.
Gran pelicula,gran interpretacion,gran direccion,es que poco se puede comentar de este maravillos film.
Acabo diciendo gran post amigo.
Si es que los habéis sentimentales.
Y hacéis muy requetebien.
Pero las pelis que le gustan a este blog, a quien no le gusten, él se lo pierde.
Y ahora tendré que reverla, que ya casi ni me acuerdo
Lo que pasa en esta película es que se queda muy pequeña en comparación con la novela de Truman Capote. La melodía "Moon River" me parece muy empalagosa y además Mickey Rooney en ese papel de japonés gilipollas estropea todas las escenas en que sale. Capote quería a Steve McQueen y Marilyn Monroe de protagonistas -lástima que no fue así- y cuando vió el resultado en una proyección privada se sintió tan desengañado que pidió que retiraran su nombre de los créditos.
Insisto: lean la novela corta de Capote, es mucho mejor. Borgo.
Abril: La magia del cine o de una película no suele estar en una cosa sola sino en la suma de pequeños y grandes detalles. La música, la lluvia, el guateque, el sombrero, las gafas o hasta la cinta mecanográfica. Y en este caso la resultante hiere (en positivo) nuestra sensibilidad.
Una película que no te deja impasible.
Saludos
Mario: A diferencia de otros muchos films donde encontramos claramente diferenciados el planteamiento, el nudo y el desenlace, aquí se entrelaza todo esperando que el espectador haga una mezcla sui generis y personal. No es un cine a la carta sino un cine que se presta a diversas formas de verlo. Es lo que tu defines como ver desde la introspección personal.
Saludos
Atticus: Blake Edwards es mucho más que La pantera rosa. Es un gran director que está entre los míticos del género. Audrey una estrella con luz propia. ¿Que decir de Mancini?
Saludos.
Amado: Cuando hay que ver cine negro, terror o thrillers estoy al pie del cañon y en posición. Pero cuando me da por lo sentimental pues trato de disfrutarlo. Y es que aunque estemos en el siglo XXI y algunos peinemos canas a veces hay que descender de ese peldaño de insensibilidades en que la vida trata de colocarnos.
Saludos
Miguel: Recuerdo levemente la novela de Capote. Se que es mas dura y que probablemente no soporta la comparación con el film. Puedo entender que Capote no se identificase con el resultado cinematográfico. También recuerdo que la novela me gustó.
Pero la película también me ha gustado. Ahora eso sí, no trato de localizar las 10 diferencias.
La música la encontré adecuada. Quizás de tan conocida se nos volvió ñoña.
En lo que te doy la razón es en lo de Mickey Roonie, un buen actor reducido a lo ridículo.
Agradezco tu comentario
Saludos
Anoche vi la película y me quede impresionado con Audrey. Inmediatamente escribi un post que esta noche voy a publicar. Hechiza realmente ella.
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