sábado, 1 de marzo de 2014

SIN PIEDAD (ALBERTO LATTUADA - 1948)


Tal vez me tildarán de pesado y de insistente. Ya sé que la mayoría de ustedes conocen y tienen claro a que se llamó y se sigue llamando neorrealismo italiano. Supongo que soy yo mismo quien tiene el concepto tan pillado con pinzas que siempre estoy recurriendo a definiciones y estudios más o menos documentados sobre la materia. Lo último que acabo de leer al respecto es que se trata de una especie de versión italiana del llamado realismo poético francés del que Marcel Carné y su Quai des brûmes eran dos magníficos exponentes. La cruda realidad reflejada con sensibilidad poética podría estar en el punto de partida de algunas películas insignia del movimiento neorrealista. Baste recordar Stromboli, tierra de Dios de Roberto Rossellini, pero no alcanza, y este es un juicio personal, a otros trabajos como esta Senza Pietá de Alberto Lattuada.

Sinceramente creo que, sin la dura realidad de la ocupación alemana y la resistencia al poder nazi no hubiésemos hablado nunca de neorrealismo. Roma, ciudad abierta,(Rossellini, año 1945) es un claro exponente cinematográfico de aquella situación, y puede considerarse como la película matriz de todo este movimiento. En esa línea claramente influenciada por el conflicto bélico tenemos otras películas: Paisa o Alemania año cero, del propio Rossellini o esta Senza Pietá de Lattuada. Otras se alejarán un tanto de la guerra finalizada, aunque seguirán mostrando una sociedad que trata de resurgir de las cenizas de las bombas y de los escombros de la destrucción: Ladrón de Bicicletas.

En Senza Pietá la guerra está latente. La Policía Militar americana trata de poner cierto orden en las calles de una Italia recién liberada. Son tiempos de contrabando, de pillaje, de vandalismo y de negocios sucios. Tiempos de miseria donde lo importante es sobrevivir aunque sea a costa de comerse las lágrimas y enterrar la moral en el fondo de la faltriquera. En las sinopsis que he leído de esta película, se dice que estamos ante una historia de amor entre una prostituta y un sargento americano de color. Tal parece que quienes resumen la película han visto la película pulsando el forward . No mienten, pero no dicen toda la verdad. Identificar el engaño a una buena muchacha,  que tras enterrar a un hijo muerto con apenas 12 días y luchando por sobrevivir parte en busca de su hermano, con la prostitución es sintetizar tanto las cosas que acaban deformando la verdad. A la única persona que se preocupa por ella, el sargento de la PM, se le tiende una trampa en la que acaba cayendo por amor. Y ella, durante el tiempo que el soldado pasa en prisión se ve obligada a muchas cosas por un grupo mafioso que domina todo Livorno. 

Tampoco estoy de acuerdo con quienes distorsionan la historia de amor añadiéndole tintes racistas o antirracistas, según se mire, aunque en este tema es posible que a finales de los 40 las cosas se viesen de otro modo muy distinto al actual. En cualquier caso, y según cuentan las crónicas, muchos soldados negros trataban de quedarse en Europa dada la situación insufrible que vivían los hombres de color en los Estados Unidos.

La historia que, brevemente, les he contado sin destripar muchas cosas, está en el centro. En la periferia tenemos la fotografía real de una Italia rota, destrozada por la guerra, donde se filmaba en las calles porque Cineccitá estaba destruida, donde incluso muchos actores no eran profesionales y donde, a través del cine, se daba una imagen al mundo de la Italia cierta y real.

Antes del conflicto mundial, el cine italiano era un exponente de la Italia tradicional, llevando a la pantalla obras clásicas de la literatura , dramas rurales o comedias urbanas. Con la reconstrucción llega otro tipo de cine donde los aspectos comerciales empiezan a tener un peso específico importante y donde la ficción le va robando espacio a la realidad. Entre esos dos ríos: El neorrealismo es el espejo de una Italia luchadora.

En Senza Pietá colaboró (también lo hizo en otros trabajos de Lattuada) un Federico Fellini, cuyo debut directivo se produciría poco después, también con el director milanés, en Luces de Variedades. La presencia de Nino Rota en la música o de Aldo Tonti en la fotografía son circunstancias a valorar y mucho.  Una gran promesa como Giulietta Massina es otro de los grandes alicientes del film.

Senza Pietá es un trabajo excelente de uno de los mejores directores italianos. Un gran desconocido para la mayoría. De él, ya comentamos en este blog, Anna, con Silvana Mangano, y con toda seguridad continuaré viendo trabajos suyos.

Puntuación: 7,55

VIDEO SPOILER.....

 

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