domingo, 13 de julio de 2014

LADY HAMILTON (ALEXANDER KORDA - 1941)


Con propiedad, podemos hablar de cine histórico. El amor de Lady Hamilton (Vivien Leigh), esposa del embajador de Inglaterra en Nápoles, William Hamilton y el héroe de la marina británica Lord Horatio Nelson (Laurence Olivier), fue una historia real y como prueba de fidelidad el guión escrito por R.C.Sherriff se nutrió de fuentes documentales tales como cartas y memorias.


Esto es ciertamente un valor pues en ocasiones, tras ver un film pseudohistórico, acabamos con los conceptos trastocados, y ello aunque estemos ante una cinematográfica obra maestra. Así, por ejemplo, la Reina Cristina de Suecia nunca abdicó por amor, y en cambio la película de Mamoulian y la actuación de la Divina son dos genialidades. Una vez más cine es cine y así debemos considerarlo.



En cine histórico, tengo a Alexander Korda por una autoridad. La vida privada de Enrique VIII y Rembrand, ambas con el gran Laughton, son dos clarísimos ejemplos de buen cine en general e histórico en particular. En Lady Hamilton, el reparto sigue siendo uno de los puntos fuertes,y la pareja Laurence Olivier y Vivien Leigh, recientemente casados, nos ofrecen dos interpretaciones francamente buenas, acompañados de Sara Allgood (como madre de Emma Hamilton), Allan Mowbray (William Hamilton) y Gladys Cooper (Frances Nelson) que confieren con sus actuaciones una calidad superior a la media (por lo que hace a los actores de reparto) en este tipo de producciones.



Aunque los Oscars, en ocasiones, no son un índice fiel de la calidad de un film, las cuatro nominaciones (Mejor fotografía en blanco y negro, mejor dirección artística en blanco y negro, mejores efectos especiales y mejor sonido, ganadora en ésta última categoría) algo nos dicen sobre un trabajo que merece la pena verse y que no defrauda.



Claro que, si nos situasemos en el entorno en que se realizó y estrenó la película seríamos testigos de las críticas que recibió: Por una parte por el hecho de que Korda abandonase Inglaterra en una situación bélica para dirigirse a los EEUU, por otra el carácter propagandístico de un film que presentando la figura de Napoleón Bonaparte como la de un dictador deseoso de dominar la totalidad del mundo y con el que cualquier tratado de paz sería imposible, se estaba retratando la figura de Hitler. Esto le costó un proceso político al mismo Korda por propaganda británica, un proceso que aplaudieron los partidarios de la neutralidad americana y los pro-germánicos. El ataque a Pearl Harbour, precipitó los acontecimientos y permitió la libertad de Alexander Korda.



Algún sector de la crítica habló de una mala historia aunque una buena propaganda británica. No estoy del todo de acuerdo, la historia no puede considerarse mala. Es una historia real y es posible que la verdad no sea tan comercial sinó se la adereza de un chorrito de ficción que alegre a los espectadores. La compasión se pierde en los palacios de marmol. La frase no es mía pero me la apropio porque una historia de amor entre joyas artísticas, salones inmensos y balconadas sobre el Mediterráneo acariciado por la luna napolitana nunca es tan terrible, quizás por aquello que decimos aquí, a nuestra manera, las penas con pan son menos.



Es posible también que, con la imagen que se proyecta de los respectivos cónyuges, uno desinteresado por su mujer a la que trata como un adorno más de su palacio y otra que no parece cuidar demasiado su imagen para atraer a su esposo, se nos manipule a favor de aprobar el adulterio entre dos seres. Eso si, el adulterio pareció no incomodar a las autoridades censoras mientras no hubiese escenas de cama. Hubo tan solo una y muy casta. Ella dandole sopitas a un Nelson rendido tras la campaña de Egipto.



Entiendo que debe verse y apreciarse en todo su valor, que lo tiene.



Puntuación: 7,85

4 comentarios:

abril en paris dijo...

Muy buen análisis Father. A mi me gustó.
Las adaptaciones cinematográficas de episodios históricos siempre se permiten lincencias, precisamente para darle mayor atractivo y gancho a la hora de vender la película. Unas juegan a favor y otras en contra, pero en éste caso los actores lo hacen genial y desde luego el hecho de que fueran pareja en la vida real, ayuda.

¡Feliz verano Father, saludos!

El Despotricador Cinéfilo dijo...

Excelente crítica Father. Me ha gustado mucho. Y sobre todo me ha asombrado que vi esta película de adolescente en la TV y no guardo ningún buen recuerdo de ella; pero tu crítica ha avivado mi interés por volver a verla y redescubrir muchas virtudes que seguro se me escaparon en su día. Gracias por seguir redescubriéndonos joyas (o no tan joyas) a los demás.

Un abrazo

FATHER_CAPRIO dijo...

Abril:
Es cierto, la historia está en los libros y allí (suponemos) que se conserva en su integridad y tal como sucedió. El cine es otra cosa y a veces un chorrito, sin pasarse, de algún licor estimulante, pues ayuda. Le quita "gravedad" a la cosa.
Dos magníficos actores y además pareja en la vida real es un lujo para cualquier film, sin desmerecer al resto,especialmente a Sara Allgood, actriz de reparto que me encanta.
Espero visitar tu apartamento con mas frecuencia porque como decía aquel "se está muy a gustito" (dicho con sobriedad es decir sin chorritos de licores estimulantes, jaaa)Bueno, con el café matutino al lado, eso si...
Besos

FATHER_CAPRIO dijo...

DC: Gracias amigo. Es un placer recibirte y tus palabras un estímulo a seguir, aunque el tiempo sea un enémigo implacable. La verdad es que el primer beneficiado de las joyas (y no tan joyas) que redescubro soy yo mismo.
En un blog que pretende hablar de cine y compartirlo se descubren joyas pero también buenas amistades y en ellas te cuento.

Un abrazo