Con
propiedad, podemos hablar de cine histórico. El amor de Lady
Hamilton (Vivien Leigh), esposa del embajador de Inglaterra en
Nápoles, William Hamilton y el héroe de la marina británica Lord
Horatio Nelson (Laurence Olivier), fue una historia real y como
prueba de fidelidad el guión escrito por R.C.Sherriff se nutrió de
fuentes documentales tales como cartas y memorias.
Esto
es ciertamente un valor pues en ocasiones, tras ver un film
pseudohistórico, acabamos con los conceptos trastocados, y ello
aunque estemos ante una cinematográfica obra maestra. Así, por
ejemplo, la Reina Cristina de Suecia nunca abdicó por amor, y en
cambio la película de Mamoulian y la actuación de la Divina son dos
genialidades. Una vez más cine es cine y así debemos considerarlo.
En
cine histórico, tengo a Alexander Korda por una autoridad. La vida
privada de Enrique VIII y Rembrand, ambas con el gran Laughton, son
dos clarísimos ejemplos de buen cine en general e histórico en
particular. En Lady Hamilton, el reparto sigue siendo uno de los
puntos fuertes,y la pareja Laurence Olivier y Vivien Leigh,
recientemente casados, nos ofrecen dos interpretaciones francamente
buenas, acompañados de Sara Allgood (como madre de Emma Hamilton),
Allan Mowbray (William Hamilton) y Gladys Cooper (Frances Nelson) que
confieren con sus actuaciones una calidad superior a la media (por lo
que hace a los actores de reparto) en este tipo de producciones.
Aunque
los Oscars, en ocasiones, no son un índice fiel de la calidad de un
film, las cuatro nominaciones (Mejor fotografía en blanco y negro,
mejor dirección artística en blanco y negro, mejores efectos
especiales y mejor sonido, ganadora en ésta última categoría) algo
nos dicen sobre un trabajo que merece la pena verse y que no
defrauda.
Claro
que, si nos situasemos en el entorno en que se realizó y estrenó la
película seríamos testigos de las críticas que recibió: Por una
parte por el hecho de que Korda abandonase Inglaterra en una
situación bélica para dirigirse a los EEUU, por otra el carácter
propagandístico de un film que presentando la figura de Napoleón
Bonaparte como la de un dictador deseoso de dominar la totalidad del
mundo y con el que cualquier tratado de paz sería imposible, se
estaba retratando la figura de Hitler. Esto le costó un proceso
político al mismo Korda por propaganda británica, un proceso que
aplaudieron los partidarios de la neutralidad americana y los
pro-germánicos. El ataque a Pearl Harbour, precipitó los
acontecimientos y permitió la libertad de Alexander Korda.
Algún
sector de la crítica habló de una mala historia aunque una buena
propaganda británica. No estoy del todo de acuerdo, la historia no
puede considerarse mala. Es una historia real y es posible que la
verdad no sea tan comercial sinó se la adereza de un chorrito de
ficción que alegre a los espectadores. La compasión se pierde en
los palacios de marmol. La frase no es mía pero me la apropio porque
una historia de amor entre joyas artísticas, salones inmensos y
balconadas sobre el Mediterráneo acariciado por la luna napolitana
nunca es tan terrible, quizás por aquello que decimos aquí, a
nuestra manera, las penas con pan son menos.
Es
posible también que, con la imagen que se proyecta de los
respectivos cónyuges, uno desinteresado por su mujer a la que trata
como un adorno más de su palacio y otra que no parece cuidar
demasiado su imagen para atraer a su esposo, se nos manipule a favor
de aprobar el adulterio entre dos seres. Eso si, el adulterio pareció
no incomodar a las autoridades censoras mientras no hubiese escenas
de cama. Hubo tan solo una y muy casta. Ella dandole sopitas a un
Nelson rendido tras la campaña de Egipto.
Entiendo
que debe verse y apreciarse en todo su valor, que lo tiene.
Puntuación:
7,85
4 comentarios:
Muy buen análisis Father. A mi me gustó.
Las adaptaciones cinematográficas de episodios históricos siempre se permiten lincencias, precisamente para darle mayor atractivo y gancho a la hora de vender la película. Unas juegan a favor y otras en contra, pero en éste caso los actores lo hacen genial y desde luego el hecho de que fueran pareja en la vida real, ayuda.
¡Feliz verano Father, saludos!
Excelente crítica Father. Me ha gustado mucho. Y sobre todo me ha asombrado que vi esta película de adolescente en la TV y no guardo ningún buen recuerdo de ella; pero tu crítica ha avivado mi interés por volver a verla y redescubrir muchas virtudes que seguro se me escaparon en su día. Gracias por seguir redescubriéndonos joyas (o no tan joyas) a los demás.
Un abrazo
Abril:
Es cierto, la historia está en los libros y allí (suponemos) que se conserva en su integridad y tal como sucedió. El cine es otra cosa y a veces un chorrito, sin pasarse, de algún licor estimulante, pues ayuda. Le quita "gravedad" a la cosa.
Dos magníficos actores y además pareja en la vida real es un lujo para cualquier film, sin desmerecer al resto,especialmente a Sara Allgood, actriz de reparto que me encanta.
Espero visitar tu apartamento con mas frecuencia porque como decía aquel "se está muy a gustito" (dicho con sobriedad es decir sin chorritos de licores estimulantes, jaaa)Bueno, con el café matutino al lado, eso si...
Besos
DC: Gracias amigo. Es un placer recibirte y tus palabras un estímulo a seguir, aunque el tiempo sea un enémigo implacable. La verdad es que el primer beneficiado de las joyas (y no tan joyas) que redescubro soy yo mismo.
En un blog que pretende hablar de cine y compartirlo se descubren joyas pero también buenas amistades y en ellas te cuento.
Un abrazo
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