Cuando
los espectadores y críticos reparten a la par matrículas de honor y
vergonzosos suspensos, en su valoración de un film, algo está
pasando. Evidentemente el 5, nota promedio y aprobado raspante,
resulta ser, por aquello de las estadísticas donde todos comen un
pollo aunque algunos doblen ración a costa de quienes le suenan las
tripas, la puntuación más acertada y la que se supone contenta a
todo el mundo. En mi opinión, Noé, es una película infravalorada.
Y
es que, en topando con la Iglesia, mi buen Sancho, la ortodoxia y la
literalidad en la interpretación de los textos sagrados tiene
muchísimos defensores. Los fundamentalismos de cualquier signo, son incapaces de ver el
bosque que se esconde trás los árboles. Noe fue un hombre justo
elegido por Dios y eso les basta. Sus dudas, sus obsesiones y hasta
sus contradicciones que se le suponen como a cualquier ser humano de
entonces o de ahora no son, para ellos, materia negociable. Y es en
ese terreno por donde Darren Aronofsky consigue que, más allá de la
fe, la historia pueda resultar creíble. Un logro importante pero
únicamente parcial.
Porque
hay otros logros pero también hay fracasos. Por ejemplo los ángeles
caídos, en funciones de vigilancia, y convertidos en golems, además
de reforzar la visualidad de la película suponen una arriesgada
interpretación del mito de los ángeles expulsados del paraíso. Y
aunque es bueno asumir riesgos y Aronofsky no los elude, la presencia
de estos pétreos seres celestiales en el film parece obedecer más a
razones de fuerza que a otra cosas. Y es que la película pone su
énfasis, a mi juicio por motivos taquilleros, en las espectaculares
escenas de acción con grandes movimientos de masas y avanzados
efectos visuales, ganando así seguidores que se hubiesen perdido con
una versión religiosa mucho más ortodoxa. Algo similar podría
decirse de determinados juegos de sombras que pretenden ilustrar la
herencia dejada por Cain matando a su hermano Abel. En rápida
sucesión se intercalan escenas de enfrentamientos bélicos que
incluso alcanzan a las últimas dos guerras mundiales, en una clara
incongruencia temporal con la historia que se narra aunque con una
finalidad ilustrativa evidente.
Excesos
aparte, Aronofsky pretende que su película sea distinta. Que nos
olvidemos de aquellas versiones Cecil B de Mille de la historia
sagrada. Y lo consigue. Podemos discrepar en las formas o incluso en
su versión de los hechos, pero no podemos negarle valentía ni
originalidad. Y que el núcleo neurálgico de la trama tenga su
epicentro en el propio Noé es una visión menos convencional y mucho
más humana.
Por
supuesto sin Russell Crowe la película hubiese sido otra muy
distinta. La categoría de este actor es de tal magnitud que muy
probablemente sin su presencia mi comentario hubiese sido otro. El colorido, cálido y a la vez intenso, la fotografía o
la misma música que dejé me acariciara durante los títulos
finales, son elementos que realzan el valor de una película que está
lejos de ser una obra maestra pero que representa una apuesta
original, distinta y sobre todo valiente, que seguro no contenta a
todos pero que a mi me ha dejado, con sus pros y sus contras, un buen
sabor.
Puntuación:7,90
4 comentarios:
Hola Father:
Tenía cierto interés en verla sobre todo por Rusell Crowe para que negarlo, pero se me fue pasando a la vista de ciertos comentarios y lo he ido dejando asi que aún la tengo pendiente. Pero claro ya no será en pantalla grande y supongo que eso le va a restar cierta grandiosidad.
Saludos
Hola de nuevo, FATHER.
En su momento quise ir a verla, pero no lo hice precisamente por eso que dices de las malas críticas… pero bueno, ahora al leerte me dieron ganas, además todo lo que vi de Aronofsky me gustó, algunas incluso mucho, como Pi. Un saludo y un gusto volver a pasar por tu blog. Hasta otra ocasión.
Saludos, Father, con mucho retraso...
Vi Noe en el cine y me pareció entretenida, aunque tampoco me fascinó. Lo que recuerdo es que la vi en grupo y me llamó la atención que cada uno de nosotros tuvo una impresión, así como una parte de la película que le había gustado más. Yo la disfruté especialmente en su parte final, me pareció muy teatral y atractiva. Aunque, como te digo, es una cinta que parece tener problemas para conciliar opiniones.
Un abrazo y espero leerte pronto
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