miércoles, 6 de enero de 2010

REBELIÓN A BORDO (FRANK LLOYD - 1935)


De nuevo por estos lares empezando curso cinéfilo, dispuesto a aprender de los clásicos y con el firme propósito de acercarme siquiera de puntillas a un cine más actual. Todo se irá andando. De momento he querido iniciar este ejercicio 2010 con una obra absolutamente recomendable.

Hace tiempo que se acabaron los calificativos para Laughton. Siempre positivos, nunca negativos. Y claro, ahora se echan de menos debiendo recurrir a los tan manoseados, genial, espléndido, creible, magnífico, etc. Trabajar con él debió suponer un reto, incluso para actores de la talla de Clark Gable o Tyrone Power, por citar únicamente a dos de los más grandes, tratando de no salir excesivamente trasquilados de esas comparaciones tan inevitables como odiosas.

Su capitán Bligh al mando de la Bounty puede incluirse sin ningún género de dudas en uno de los personajes mas odiosos que haya dado nunca el mundo del cine. Estoy por decir que de no haberse amotinado la tripulación hubiese debido ser oportunamente juzgada en una sumarísima corte marcial por haber desatendido sus derechos mínimos como seres humanos, tal era la calaña del tal Bligh, una especie de despiadado traficante de esclavos con tricornio y patente de corso amparada en las leyes del rey George.

Un film duro para el 35 del siglo pasado que cosechó excelentes premios, cuyo valor es el resultado de la conjunción de una excelente historia con las excelentes interpretaciones tanto de Laughton como Gable como del propio Franchot Tone. Un gusto también encontrarse al “fordiano” Donald Crisp Y que además nos regala una fotografía excelente con el objetivo puesto tanto sobre la vida a bordo como sobre la vida en esos paraísos naturales conquistados por Cook para gloria y prez de la corona inglesa, pero sin olvidarse de captar, mediante primerísimos planos los sentimientos de una tripulación calentándose “in crescendo” por las bellaquerías de un impresentable capitán.

Una película imprescindible, para que aquellos que amamos el cine lo volvamos a amar, una y otra vez. Tiene el sabor de lo auténtico. Tres cuartos de siglo después la afirmación puede parecer exagerada. Se admiten discrepancias. Sin embargo, la primera condición para discrepar es haber visto la película. Luego hablamos…


5 comentarios:

El Despotricador Cinéfilo dijo...

De acuerdo totalmente en que no hay calificativos suficientemente buenos para describir a Laughton. Esta es una de mis películas preferidas de la infancia y vista hoy en día me sigue gustando más todavía (y creo que Gable está magnífico, casi tanto como Laughton).

Anoche mismo vi "La vida privada de Enrique VIII" donde se demuestra, una vez más, como Laughton creaba personajes como nadie. Y la pregunta del millón: ¿por qué son tan aburridas y malas las demás versiones de "Rebelión a bordo"?

Gloria dijo...

Despotricador, yo creo que el resto de versiones no mejoran a la de 1935 porqueparten de la base soberbia de que "son mejores que la anterior" sólo por el hecho de ser más modernas, en color, etc... Pero basta por comparar, en las versiones de 1935 y 1962, la escena de la salida de la Bounty de Portsmouth: en la película de 1935, esta se refleja en un vivaz, energico montaje... en la de 1962, es una sosísima toma aérea, como si pensaran que, teniendo color y cinemascope la escena ya estaba resuelta.

Otro punto que algunos aducen en contra de la versión de 1935 es que "es menos fiel a la historia", lo cual es divertido ya que estaba basada en una novela y no en los hechos en sí... Además, en su apuesta por un cine de aventura y un conflicto de intereses con el que sin duda se puede identificar cualquier audiencia (¿Quien no prefiere la servitud a la libertad? ¿Quien no ha tenido un jefe así un poco del estilo del Bligh de Laughton?) supera, en mi opinión claramente al "ni chicha ni bacalao" de por ejemplo, la versión de Donaldson.

Y por cierto, si a cualquiera de vosotros os abandonaran a 3500 millas del puerto más cercano, en manos de quien preferiríais estar: Yo tengo claro que con el dubitativo Bligh de Anthony Hopkins no, y menos con el de Trevor Howard, al que ni siquiera veo como se maneja en una chalupa... No, si me de encontrar a merced del oceano inclemente, dadme al Bligh laughtoniano para manejar la barca.

Y Gable está muy bien, la verdad, y eso que al parecer no se encontraba muy a gusto por ir con el bigote afeitado y llevar calzas

Gloria dijo...

Uy, perdón por el deslice freudiano, al segunda versión es de 1960, no de 1962

El Despotricador Cinéfilo dijo...

Amiga Gloria, no has tenido ningún desliz, la segunda versión es efectivamente de 1962.-

http://www.eldespotricadorcinefilo.com/Oscars/listPelicula.asp?IdPelicula=1331

Me ha encantado los razonamientos aportados para explicar por qué son tan aburridas las demás versiones. Este sí que es un clásico que nunca te cansas de revisar una y otra vez.

ANRO dijo...

No se puede discutir y no se puede discrepar. Este actor incalificable bordó su papel de capitan Bligh.
Estoy en total acuerdo con Gloria de que la versión de 1935 es mil veces superior a la del 62, por mucho Brando que hubiera en ella.

Mira Father, no te apartes de tu especial y bien traqueteada vía cinematográfica. Hay infinidad de pelis del siglo pasado por comentar. La actualidad ya se irá viendo poquito a poco.
Un abrazote.