sábado, 6 de marzo de 2010

LA VIE PARISIENNE (ROBERT SIODMAK - 1936)


Asociar a Robert Siodmak, uno de los maestros del cine negro, con el musical, la comedia bufa y la opereta, resulta, en principio, sorprendente. Luego, nos repetiremos a nosotros mismos aquello de que Roma no se hizo en un día y que hasta los directores más afamados llegaron a donde están a través de un largo y tortuoso camino (Beatles dixit).

Bien, pues sin bajar a Siodmak de su pedestal, donde se mueve como pez en el agua, he de decir que "La vie parisienne" es un trabajo muy profesional de un alemán que tal como estaba el patio allá por el Rhin se marchó a tomar las aguas del Sena y probablemente, según cuentan las crónicas, sin papeles, se dedicó a lo que le gustaba y sabía hacer, cine.

Y eso que Siodmak no era demasiado amante de operetas cinematográficas. Pero claro, viniendo de otro alemán, Offenbach, la cosa no resulta tan chocante. Lo que si resulta curioso es esta visión internacional y generalizada, que la película alienta, de París como el centro del mundo lúdico mundial. ¡Viva la diversión! ¡Vive le can-can! ¡Vive l,amour! ¡Vive le femme!. Visión que por cierto, en este lado de los Pirineos siempre ha estado ahí sin mucha necesidad de ser alentada. Los viajes a Perpignan y El último tango en París no surgieron de la nada. Estaban ahí en la conciencia de un país, España, que al igual que otros, pero más por nuestras extremas y seculares carencias, veían en París "la reine du monde, Paris c,est une blonde" que diría Chevalier.

Moi, Father, me confieso. Me gustó la peli. Me reí con un actor llamado Max Dearly en su papel de D. Ramiro Mendoza, abuelete millonario con mas marcha que un regimiento. Me gustaron esas picardías del can-can y las medias de seda negra. La comedia me resultó tan increíble como encantadora. Conchita Montenegro me dejó con ganas de volverla a ver. Y es que hasta el blanco y negro parecía sentarle bien. Igual de bien que una versión original en francés subtitulada, porque el verbo, la palabra, la expresión y el énfasis del tal Ramiro (Max Dearly) bien valen, como París, una misa.

¿El argumento?: Paris, toujour Paris....Et l,amour.


4 comentarios:

David dijo...

No he visto esta película. Y no sé si la veré algún día. La vida es lo que te ocurre mientras estás ocupado haciendo otros planes (un Beatle dixit). Un saludo.

ANRO dijo...

Desconocía por completo esa peli, no así la opereta de Ofembach de quien soy fan absoluto sobre todo de Orfeo en los infiernos y La Bella Elena que son divertidísimas y con una música genial. ¿como andaba Conchita Montenegro en estos menesteres?. No deja de ser una peli curiosa que nada más por los varios elementos que se conjutasn en ella me ha picado la curiosidad.
Un abrazote.

Anónimo dijo...

HOLA A TODOS ADORO A CONCHITA MONTENEGRO MARAVILLOSA ACTRIZ , HE VISTO LA PELICULA ES UNA BUENA COMEDIA Y ELLA ESTA FANTASTICA AUNQUE PARA MI GUSTO NO ES QUE SEA UN PAPEL PARA LUCIRSE ...

FATHER_CAPRIO dijo...

Los españoles nos lo debemos hacer mirar. Descubrir fuera lo que tenemos en casa. Imperdonable. Conchita Montenegro, gran actriz y gran desconocida. Vale la pena intentar recuperarla.

Y, como gota colmando el vaso. Fallece en el 2007 y los medios de comunacación "de rositas" y en otros "belenes". Vivir para ver.

Bienvenido Rafael y gracias a todos por comentar.