miércoles, 10 de marzo de 2010

SUDAN (JOHN RAWLINGS - 1945)


Estamos ante la sexta y última, digamos entrega, de una especie de saga exótico-escapista protagonizada por Maria Montez, Sabu y Jon Hall. La Universal, como buena productora daba al público lo que este demandaba y en aquellos problemáticos tiempos de guerra, las películas de aventuras exóticas con divas en vaporosos y traslúcidos vestidos se veían y vendían bien y acababan resultando rentables especialmente cuando en los presupuestos no se tiraba la casa por la ventana. No se trataba de grandes superproducciones tipo Tierra de Faraones sino de trabajos muchísimo más modestos pero efectivos en taquilla.

Vistas las cosas de esta manera es fácil sentirse condescendiente e incluso pensar que de haber vivido aquellos tiempos, seguramente hubiésemos hecho cola ante las taquillas para ver al "ciclón caribeño" Maria Montez, dominicana de nacimiento e hija de un diplomático español, cuyo exotismo era muy del agrado del público USA.. Títulos plenos de sugerencias como La reina de cobra, Las mil y una noches, Ali Baba y los cuarenta ladrones o esta Sudán no engañan a nadie sobre el tipo de cine que nos vamos a encontrar. Un cine que, como alfombra mágica, traslade al espectador hasta un paisaje completamente opuesto al de sus rutinas diarias. Un cine nacido para entretener. Evidentemente, la calidad es otra cosa y va por otro lado.

Sudán es, en el fondo, una historia más de aquellas que contaba Sherezade para entretener al peligroso sultán. Una princesa, dos ladrones, un visir traidor y un rebelde defensor de causas nobles, son los cuatro palos de una baraja con la que se juega, no al poker ni al chinchón, sino al juego de la vida, ese eterno juego donde, especialmente en el género de aventuras mandan espadas, aunque no son desdeñables ni las copas ni los bastos ni por supuestísimo los oros, todos ellos abundantes. Y claro, todo ello bien regado con una historia de amor que no puede ni debe faltar so pena de quiebra para la productora.

Con todos estos antecedentes y siguiendo mi tónica habitual de no contar demasiados detalles de la película sino de hacerles partícipes de mis impresiones post visionado, les digo que los años no pasan en balde y este tipo de cine nacido en una época concreta para satisfacer unas demandas concretas se pasea con mas penas que glorias en este siglo XXI donde la crisis y sus secuelas hacen que los espectadores actuales también busquen sus vías de escape, aunque avatares del destino, lo hagan por caminos cinematográficamente distintos.



1 comentario:

ANRO dijo...

Ja, ja, ja, ¿sabes que la primera película que recuerdo haber visto en mi vida fue "La Reina de Cobra"?...Estas pelis eran de aquella época y hoy no resistirían un visionado. Maria Montez era una actriz mala mala mala, pero llenaba los cines con esas aventuras exóticas como esta que comentas , "Ali Baba y los cuarenta ladrones" y todas ellas respaldada por los dos satélites.
Cine de recuerdos, pero solo eso...Ahora que en honor a la verdad ¡Qué bien que lo pasábamos con estas pelis!
Un abrazote