miércoles, 23 de marzo de 2011

LAS AVENTURAS DE HUCKLEBERRY FINN (MICHAEL CURTIZ - 1960)




Si se dan una vuelta por muchos de los blogs que se enlazan desde esta página podrán leer posts donde se cuentan mil y un detalles de las películas, aspectos de la producción, anécdotas, chascarrillos y otros chismes que ocurren entre bambalinas. Por ese motivo las enlazo, porque me gusta estar bien informado y al loro de lo que se cocía y aún se cuece en este mundo de las candilejas cinematográficas.

En mis comentarios trato de expresar y de hacer salir de alguna manera ese poso que la película ha dejado en mi. No me muevo tanto en el terreno de los hechos como en el de los sentimientos y de las vibraciones positivas o negativas que se expanden en mi interior tras los rótulos finales, y eso es lo que trato de transmitirles a todos los que dedican parte de su valioso tiempo a leerme. Intento ser ese amigo que les recomienda, o no, una película sin desmenuzarles el argumento.

Es por ello que desconozco lo qué hacía Michael Curtiz al frente de un proyecto centrado en una de las obras insignes de la literatura norteamericana "Las aventuras de Huckleberry Finn" de Mark Twain y quienes y porqué destrozaron la novela hasta dejarla reducida a su mínima expresión. Todo ello se lo dejo a mis expertos compañeros de viajes blogueros.

Estamos ante, dicen, un film familiar. Sin embargo me cuesta imaginarme a una familia europea e incluso americana, en el siglo XXI, año del señor 2011, unida frente al televisor viendo este caramelo cinematográfico. La juventud baila. O sea que no está por esas cosas. Y a los sexagenarios americanos especialmente puede ser que la película le traiga buenos recuerdos pero no nos engañemos o las ven solos o acaban solos tras el éxodo filial.

¿Eso significa que la película sea mala? Pues no. Es verdad que no respeta la integridad de la obra de Twain pero deja un retrato correcto e incluso interesantemente cultural de una sociedad esclavista, donde las ideas abolicionistas tratan de abrirse paso entre el racismo histórico contra los negros. Y en ese contexto, donde "Arde Mississippi" de Alan Parker, acude necesariamente a nuestra mente, se gesta una hermosa amistad entre un hombre de color, Jim, y uno de los niños aventureros por excelencia, Huck.

Destacar la presencia, absolutamente secundaria, de un grande como Buster Keaton. Ante él, sentimos a la vez un respeto imponente y un dolor intenso al ver y sentir como la vida y la necesidad de la supervivencia derriban nuestros ídolos.

El padre durmiendo, la tele encendida y los niños en el botellón. Pongamos que hablo de cine familiar.


4 comentarios:

Jack dijo...

Interesantes reflexiones sobre el cine "familiar". Lo que más se acerca a ese género son las películas que los padres, o los abuelos, ponen a los niños para que se entretengan y estos no le hacen nada de caso porque quieren ver "Bob Esponja" o las "Winx"

Miguel Artiaga Maciá dijo...

El problema mayor que le veo a la adaptación es que la novela NO era un producto "blando", algo para toda la familia y todas las edades como tú bien indicas. La novela tiene mucho fondo, sátira, crítica social, cosa que en la película, a mi juicio, se erradica.

Un saludo ;)

David dijo...

Supongo que la habré visto de crío, pero no la recuerdo (sí en cambio la de Tom).
Está bien eso de los hechos y los sentimientos. Supongo que lo ideal es una media ponderada... no sé.
Y lo de peli familiar... pues tampoco sé porque hace la tira que no la he visto.
Y sobre lo que dice Miguel A.M, creo que una peli familiar no tiene por qué ser "blanda", puede tener sátira e incluso crítica social... los adultos pillarán eso, los más pequeños igual se quedan con otras cosas en una primera lectura. Pero bueno, parece que en este caso (que él tiene la peli más fresca) sí que hicieron un producto "blando".
Un saludo a todos.

ANRO dijo...

Creo que el concepto de "cine familiar" se ha extinguido casi de forma total. Recuerdo que cuando mis hijos eran pequeños solíamos ir al Video club (otro concepto extinguido)en busca de pelis que gozábamos juntos.
Hoy ni los padres están por la labor, cuanto menos los abuelos.
Esta peli que comentas no la he visto, pero se me hace difícil ver en imágenes una obra literaria que me fascinó.
Un abrazote.