Un breve vistazo a la
biografía de Gordon Douglas basta para considerarlo un auténtico hombre de
cine. Desde sus inicios en los años 30 como extra, su vida estuvo íntimamente ligada
al mundo del celuloide llegando a dirigir un centenar de películas con
temáticas que abarcaban la totalidad de géneros cinematográficos, desde el cine
cómico al western, del noir al policíaco o incluso del cine de aventuras a la
ciencia ficción, siempre con una profesionalidad encomiable y altos niveles de
calidad.
En este blog, que es el
suyo, he comentado hasta el momento 6 películas, básicamente westerns y
policíacas, absolutamente recomendables, en especial Rio Conchos, una de sus
películas más acreditadas. Asimismo, no es mala opción su obra de ciencia
ficción Them!, un trabajo casi artesanal en cuanto a efectos se refiere pero
con lecturas muy interesantes.
Pero hoy le ha tocado el
turno a La gran amenaza, película que puede considerarse su primer trabajo
enmarcable dentro de un cine negro con presupuesto rozando la serie B, si bien
en este caso como en otros muchos, las carencias financieras se suplen con
abundantes dosis de calidad, demostrando así, por enésima vez que ambas no están
reñidas en absoluto.
Sin embargo, les prevengo
que desde su principio la película marca claramente su territorio
anticomunista, muy en la línea de aquellos comités dedicados a la caza y
captura de elementos antiamericanos que en el año 1947 pusieron su punto de
mira sobre la meca del cine. Así, el film trata de justificar con la historia
que se va a contar a los espectadores la necesidad de un permanente estado de
alerta para evitar los peligros que llegan desde el Este. Como ejemplo, les
transcribo íntegramente las líneas sobreimpresionadas en el inicio del film:
“Esta película está hecha
para poner al corriente a la población de los Estados Unidos sobre los
problemas de nuestros Agentes Federales, a quienes se les ha confiado la
salvaguarda de nuestros más altos secretos ante el carácter de nuestros
enemigos, que merodean a través de las carreteras y caminos de la América
Libre."
Superado este primer
repelús, nos vamos dando cuenta que la película, rodada con una técnica
ligeramente documental, nos adentra de la mano de Douglas en una historia
creíble y bien conformada, con dosis de suspense y un alto interés, que nos
acerca al mundo del espionaje atómico y donde la labor conjunta del FBI y
Scotland Yard consigue desarticular una banda de agentes comunistas que, con la
colaboración de un agente infiltrado en un laboratorio de física nuclear,
obtiene fórmulas atómicas de gran valor que son enviadas por vía transoceánica
a Londres.
Esa voz en off tan típica
de los films realizados por aquellos años está también aquí, para, como si de
un televisivo Informe semanal se tratase, conseguir poner en estado de alerta a
una sociedad presuntamente dormida. Es otro hándicap, lo reconozco, que seguro
les hará arrugar la nariz. Sin embargo, si logran salir con vida de la prueba
de un Estado paternal y protector encontrarán una película que discurre ágil y
entretenida a la par que bien interpretada. Y aunque los actores no sean de
relumbrón y quizás así de primeras solo reconozcan a un Raymond Burr (el Perry
Mason por excelencia) que por aquellos tiempos se situaba casi siempre en el
lado oscuro de la ley, seguro que valoran muy positivamente la labor de Dennis
O,Keefe (El hombre leopardo, de Jacques Tourneur) como agente del FBI y de Louis
Hayward, su colega Scotland Yard, un actor menos conocido pero habitual de Douglas o del
mismo Ulmer y que bien merece un seguimiento.
En resumen una película
que acaba dejando un sabor excelente y ello gracias a la maestría de un gran
cineasta como Gordon Douglas.
Puntuación: 7,55
5 comentarios:
Buen trabajo, si señor. Pero esto ya no asombra en este blog tan difícil de igualar y eso qu elo dificil es mantener este nivel tan alto tanto tiempo.
Por cierto, a ver si puedes quitar lo de comprobar que no semos un robot los coments, ya así comentaremos más.
Un saludo y enhorabuena
Amado: Gracias por tu visita y tus palabras. Creo haber quitado lo de los robots.
Un abrazo.
Ni idea ni del título ni del director. Pues a pesar de ese "hecho propagandístico" (creo interpretarte), la peli, y con ese aspecto de serie b más aún, ha de estar entretenida, seguro, FATHER. Un abrazo. Apuntada.
Amigo Father, recuerdo perfectamente esta película de Gordon Douglas que en su momento su temática me recordó muchísimo a una poco conocida película de Anthony Mann: "La brigada suicida", sobre todo en el tono documental de ambas.
A mí me gustó más de la de Mann (aunque bueno, soy poco objetivo porque Mann me parece un director excelente en todo lo que hizo) en cambio Gordon Douglas tiene en su haber muchísimos film fallidos y otros muchos que rozan la mediocridad. Aunque eso sí, también coincido contigo que tiene obras magníficas (es lo que tiene haber dirigido más de un centenar de películas, que hay de todo).
Un abrazo
Me resulta apasionante descubrir éstas pelis Father, ayudan a entender ese momento histórico, exagerado pero tal como se creía que debía ser la sociedad y el mundo. ¡ Cuantas vueltas para estar donde estamos..!
Un abrazo
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