Francamente la presencia de Vincent Price siempre garantiza un trabajo profesional capaz de justificar por si solo la visión de cualquier film en el que intervenga. Witchfinder General no es ninguna excepción al respecto. Podremos poner reparos en cuanto a la calidad de la película o cuestionarnos si la medieval caza de brujas otorgaba patentes de corso con licencia para llevar a la hoguera a cualquiera que se cruzase en el camino de inquisidores sin escrúpulos capaces de enarbolar de manera sacrílega un crucifijo, pero respetaremos cuando menos, y ya son muchas las ocasiones en que así lo he hecho, el trabajo de Price.
Estamos
ante un film duro. Quizás el paso del tiempo y visto lo que hemos
visto ¡eh sir John! Nos hayan curtido las sensibilidades y nos
impacten menos estas cosas, pero fue una película cercenada en
muchos países en los que se distribuyó. La versión que acabo de
ver, se presume completa aunque las escenas mas fuertes sufren un
deterioro en su calidad en la medida que han debido rescatarse quien
sabe de donde. No podemos hablar de violencia gratuita. Las
iniquidades de los representantes de la Inquisición son de tal
calado que justifican nuestro impenitente desagrado en los momentos de
mayores arrebatos.
Sin
apenas pretenderlo les he resumido el film en su línea básica, el
exterminio de personas non gratas de forma impune, con el apoyo
temeroso de los poderes públicos, leáse alcaldes, comendadores, etc
y bajo el presunto auspicio de los poderes religiosos. Basada en
hechos reales, nos presenta a Matthew Hopkins (Price) quien amasó
una fortuna con el negocio de la quema de brujas durante la Guerra
Civil inglesa aproximadamente allá por 1640. Pienso que Reeves, un
director al que se le auguraba un espléndido futuro, de no haber
sido por su muerte prematura a los 24 años, justo acabada esta
película, quiso dar a toda su escasa producción de films de
terror un toque diferente al estilo Hammer. Parece haber cargado las
tintas un tanto exageradamente en la violencia asi como en la
impunidad conque parece desenvolverse el tal Matthew. Claro que las
exageraciones son un medio de impactar al espectador y hacerlo mas
consciente de una realidad por mucho que esta pertenezca al pasado.
La
temprana muerte de Michael Reeves por un excesivo consumo de
barbitúricos, probablemente accidental, lo elevó, a pesar de lo
corto de su carrera, al estadio de los mitos y en esa medida, sus
películas, especialmente esta, entraron en el terreno de las cult
movies. Sin embargo no deberíamos dejarnos llevar por los hechos
externos y valorar el film por si mismo, por lo que ofrece y su
promesa implícita de trabajos futuros. De este modo encontraremos
en Reeves un innovador, una sabia nueva para el cine británico que
desgraciadamente dejó de fluir demasiado pronto y una película
interesante con una duración equilibrada que cuenta lo que quiere
contar, de forma dura y diferente.
El
trabajo de Price magnífico, ello a pesar de las malas relaciones con
el director al que le impusieron al veterano actor no obstante su
declarada preferencia por Donald Pleasance.
Puntuación:
7,00
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