¿Para qué les voy a engañar? Considero a Newman uno de los mejores actores que ha dado el cine. Un magnífico profesional más allá de su notorio éxito con las féminas. Del mismo modo, creo que su interpretación de Lew Harper está muy conseguida y confiere al personaje un sesgo particular que lo identifica plenamente con el irrepetible actor de los ojos azules al tiempo que lo diferencia de otros como por ejemplo el mismo Bogart, sin ser mejor ni peor sino distinto. Pero, permítanme que puestos a elegir, prefiera aquellos Marlowe del gran Humphrey, aquellas atmósferas menos playeras, aquellos inacabables cigarrillos y aquella Lauren Bacall con los mismos ojos pero muchos menos años.
Reconozco
que el noir es uno de mis géneros favoritos y aunque suelo encuadrarlo
en los años dorados de un Hollywood de luces y sombras, blancos y
negros, no le hago ningún asco a salirme de los límites
convencionalmente aceptados y acercarme a producciones más modernas.
Chinatown de Polanski me conquistó para su causa desde los soleados
escenarios de California y la nariz vendada de Nicholson. Una conquista a la que
no fue ajena la excepcional banda sonora de Jerry Goldsmith Sin embargo Harper no ha
conseguido producirme un efecto siquiera parecido. Tiene muchas cosas
buenas: actores, frases memorables, la música de los 60 y el propio
guión extraído de la obra de un especialista en novela negra, Ross
MacDonald y su detective Lew Archer. Pero el conjunto tiene más
flaquezas de lo que sería aconsejable y ello, quieras o no, cuando la
comparamos con El halcón maltés o El sueño eterno entre otras sale
inevitablemente perdiendo.
Aún
así, tiene argumentos para verla: El propio Paul Newman, por encima de
todas las cosas. Luego, un conjunto de actores con el postín justo a
quienes gusta encontrar: Shelley Winters, Robert Wagner, Janet Leigh o la propia
Lauren Bacall en una interpretación breve pero que no deja ganas de más.
Su presencia parece tender un lazo hacia aquellos trabajos donde la
química de la pareja, luego matrimonio, era uno de los fuertes de la
película. El paso del tiempo no la deja incólume y eso nos disgusta a
quienes la recordamos plantada en el umbral de la puerta de Boggy
pidiéndole fuego.
Lew
Harper es contratado por Mrs Sampson para averiguar lo que ha sido de
su marido. Las pesquisas del detective le llevan a desentrañar una trama
de inmigración ilegal al tiempo que se confirma que el millonario ha
sido secuestrado y se solicita rescate por él. Poco a poco se irá
resolviendo un enigma en el que se verán implicados personajes asiduos
de la familia. Un final de esos, a gusto del espectador pone el broche
(no me atrevo a decir de oro) a un film interesante por momentos,
previsible en otros, incluso ridículo en situaciones puntuales (véase la
tortura mediante cigarrillos encendidos en los pies y la posibilidad de
caminar después e incluso conducir un auto) pero que imperfecto y todo,
consigue mantener la atención en límites tolerables. Por descontadísimo
que el mejor es nuestro admiradísimo Paul Newman.
A pesar de que he visto valoraciones casi de obra maestra, les dejo aquí la mía:
.
4 comentarios:
Pues no puedo estar más de acuerdo contigo Father, lo mejor de la película es Paul Newman. Esos detalles que señalas aunque menores chirrian un poco. Grandes secundarios eso sí para un guión imperfecto que se deja ver. La continuación (si se puede llamar así) Con el agua al cuello de Rosenberg que tambien cuenta con un buen reparto está más o menos a su altura.
Siempre se puede hacer un programa doble con los dos films...sin comparaciones con Bogart claro. Ese es otro "noir" más negro.
Un abrazo
Amigo Father: Magnífica crítica. Opino igual que tú sobre Newman. El señor Paul Newman pertenece a esa rama de dioses del celuloide que ya no son actores, sino mitos y leyendas.
En cuanto a la película de "Harper" eres generoso con tu nota, porque a mí me pareció flojísima y muy irregular, solo salvaje por algunos momentos puntuales. Ni punto de comparación con la versión de Bogart. Aunque claro, aquella de los años 40 es una sublime Obra Maestra del cine.
Un abrazo
Abril: No recuerdo la de El agua al cuello. La repasaré. Si es que soy un clásico incorregible, para papeles de estos denme a Bogart. Newman es también un clásico porque los buenos actores siempre gustan y el tiempo los hace eternos,pero los Marlowe son de Boggy, aunque debo reconocer que del resto de los que he visto, es probable que Newman sea el mejor.
Un beso.
DC: Lo de calificar lo llevo regular. Pero tampoco quería maltratar demasiado un film donde Paul Newman hace una interpretación excelente que saca a la pelicula de la mediocridad. Quizas quise reflejar eso en mi nota. Del resto de tu apreciación comparto todo.
Un abrazo
Publicar un comentario