Saigón
es, por encima de todo, Alan Ladd y Veronica Lake. Podemos hablar de
muchas cosas: argumento, dirección, ambientes exóticos, secundarios
excelentes. Lo que ustedes quieran, pero seguirá siendo una película
Ladd-Lake.
Participaron
juntos en siete películas pero, hablando con propiedad, únicamente
en cuatro de ellas podemos hablar de “pareja cinematográfica”.
Una de las parejas míticas de este cine de nuestros amores. El
público los encumbró al pedestal de los elegidos de donde acabarían
cayendo no se si tanto por la maldición de Hollywood o por su
afición desmedida a la bebida.
El
caso es que rodaron juntos excelentes películas como El cuervo o La
llave de cristal. No eran obras maestras pero la química entre la
pareja era tal que el público no permaneció impasible. Y además de
la química estaba la imagen que irradiaba Veronica Lake y que la
hizo convertirse en una de las actrices míticas del cine. Su
peinado, sus vestidos, su sensualidad, su mirada y ese toque de mujer
libre y decidida la elevó a los altares como si se tratase de la
princesa del pueblo americano de los 40. Y ellas la imitaban,
especialmente su peinado, y ellos la deseaban.
Y
como cosa curiosa, las autoridades militares prohibieron su peinado
porque las operarias de las fábricas de armamento sufrían
accidentes debido al campo visual limitado por el mechón de pelo que
les cubría un ojo. Tal era el fenómeno imitativo que originó y
que, como sabemos, se reflejó en películas mucho más actuales, tal
como L.A.Confidential.
Por
todo ello digo que Saigón es una película cuyo valor principal está
en su pareja protagonista. Más alla de esto, estamos ante un film de
aventuras entretenido y donde el valor de la amistad marca todo el
desarrollo de la acción. Tres pilotos y amigos excombatientes en
lugar de regresar a sus hogares americanos, aceptan pilotar un avión
por la bonita suma de 10.000 dólares. Dos de ellos quieren dar al
tercero la mejor vida posible en el poco tiempo que le resta de vida
y que él desconoce. Al vuelo se incorpora casi por accidente la
secretaria del promotor con un maletín cargado de dinero cuyo origen
no parece demasiado claro. La relación entre la chica y el piloto
enfermo y una historia de amor no correspondido son las pautas
básicas de esta película.
El
cine negro en ambientes exóticos vende bastante bien. Saigón no es
Macao (Mitchum-Russell) pero a pesar de ello y de todo lo “B” que
ustedes quieran, nos deja un buen sabor de boca. Claramente inferior
a las películas antes citadas, pero con alicientes suficientes para
degustarla con espíritu cinéfilo, tanto para conocer a una de las
parejas míticas del cine (quienes no la conozcan) como para
recrearse y disfrutar de esa electricidad que desprenden juntos.
Entre
las sorpresas que la vida da, saber que Veronica Lake acabó como
camarera en un hotel de Manhattan sirviendo hamburguesas produce un
pasmo morrocotudo, especialmente si consideramos que había sido una
de las mujeres más imitadas de América y quizás del mundo.
Puntuación: 6,55
1 comentario:
GRAN PELÌCULA NOIR Y DE AVENTURAS, LA QUÌMICA DE LA PAREJA ES INDISCUTIBLE, MUY ENTRETENIDA, EXELENTE VESTUARIO DE EDITH HEAD, CON UN BRILLANTE FINAL, LOS DOS ALEJÀNDOSE EN ESE CEMENTERIO...Y LAS CIFRAS RECAUDADAS DAN CUENTAS QUE NO LE FUÈ MAL EN TAQUILLA, FUÈ LA 4a PELÌCULA MÀS POPULAR EN SU AÑO PARA EL MES DE MARZO DE 1948, QUE MÀS DECIR, UNA PAREJA ICÒNICA Y LEGENDARIA LADD-LAKE
ROBERTO LEDESMA- AMBATO- ECUADOR
misifuzseven@gmail.com
Publicar un comentario