A diferencia de Anibal, que me pareció una frivolité histórica con personajes que parecían sacados de El mago de Oz, Constantino el Grande, sin ser una película deslumbrante, representa con mucha dignidad ese cine de romanos un tanto perdido en las profundidades de nuestra memoria.
Probablemente la biografía del emperador Constantino no se ajustará plenamente a los hechos que Lionello de Felice nos narra pero no me cabe ninguna duda de que se han recogido los eventos fundamentales, en especial su singular relación con la comunidad cristiana. Asimismo, las intrigas romanas han sido perfectamente retratadas con manipulación de la voluntad senatorial incluida, y el retrato parece encajar con esa idea que todos tenemos de los letales juegos que provocaba la ambición en la culta Roma.
Podemos encuadrar la película dentro del género de aventuras pero también dentro del cine familiar, del religioso (con matices) y por supuestísimo en el de romanos. Y esa mezcla de géneros da como resultado una película entretenida aunque un tanto larga, y que ha conseguido encajar bastante bien el paso de los años.
Lionello de Felice no fue un director excesivamente prolífico y sus incursiones en el cine histórico fueron pocas. Su obra mas conocida es precisamente Constantino el Grande, también llamada Constantino y la Cruz ó Constantino, con este signo vencerás. Otras películas suyas son Il tri ladre con Totó ó Cento Anni d´amore con el mismísimo Vittorio de Sica. También participó en una especie de “remake” sobre Espartaco y su “vendetta”. En esta que nos ocupa su trabajo junto a un Cornel Wilde con mucho oficio es reseñable.
Podemos encuadrar la película dentro del género de aventuras pero también dentro del cine familiar, del religioso (con matices) y por supuestísimo en el de romanos. Y esa mezcla de géneros da como resultado una película entretenida aunque un tanto larga, y que ha conseguido encajar bastante bien el paso de los años.
Lionello de Felice no fue un director excesivamente prolífico y sus incursiones en el cine histórico fueron pocas. Su obra mas conocida es precisamente Constantino el Grande, también llamada Constantino y la Cruz ó Constantino, con este signo vencerás. Otras películas suyas son Il tri ladre con Totó ó Cento Anni d´amore con el mismísimo Vittorio de Sica. También participó en una especie de “remake” sobre Espartaco y su “vendetta”. En esta que nos ocupa su trabajo junto a un Cornel Wilde con mucho oficio es reseñable.
Resumiendo, que es gerundio, la película se ve con agrado y encontramos en ella precisamente lo que buscamos, entretenimiento y unas gotitas de cultura histórica que nunca vienen mal.
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