La perfección también tiene sus días aciagos. Esta afirmación queda demostrada con Secreto tras la puerta, película con más penas que glorias y que se salva de una hipotética quema por ser una obra de Fritz Lang y por una fotografía de Stanley Cortez francamente buena y apropiada al climax de suspense que transpira la obra.
Por lo que he leído en la crítica de Denis Schwartz que se recoge en Rotten Tomatoes, incluso al mismísimo Lang le pareció una película pobre. Y claro, no quiero llevarle la contraria, aunque considere que las pobrezas de Lang serían riquezas para cualquier otro. En cualquier caso, tiene su razón y la obra se queda como a medio camino de cualquier sitio.
A caballo entre el suspense y la psicología no alcanza ni de lejos a Rebeca de Hitchcock, evidente punto de referencia ni a otras obras del maestro como Sospecha ó La sombra de una duda. Incluso la incursión en el cine de traumas infantiles se salda con un aprobado por los pelos. ¿Habrá influencias de Recuerda en todo esto?. Sin duda la música ayuda y crea ambiente, como es obligado en este género. Todo lo contrario de los actores que, con la excepción de Joan Bennett, andan en una especie de indolencia acartonada y mediocre.
No creo que el tema diera para mucho más. Es un tipo de cine que, por original que sea, constituye una repetición de algo deja vu. Como digo, Lang le saca algo de partido pero ni Lang, que ha hecho muchos milagros, pudo hacer éste...
No creo que el tema diera para mucho más. Es un tipo de cine que, por original que sea, constituye una repetición de algo deja vu. Como digo, Lang le saca algo de partido pero ni Lang, que ha hecho muchos milagros, pudo hacer éste...
No hay comentarios:
Publicar un comentario