Breve sinopsis:
Un extraño individuo se presenta en un campamento de gitanos circenses con la propuesta de aprovechar los presuntos poderes de una medium llamada Zara para "más elevadas empresas".
Considerado por muchos, como el Edgar Allan Poe del cine, Tod Browning es, cuanto menos, un director interesante y cuya filmografía debe revisarse. Y en esta revisión, junto a obras insignes como Freaks (La parada de los monstruos) debe incluirse Zara la mística.
Para aquellos que quieran conocer un poco más la compleja personalidad del llamado “maestro de lo macabro” les recomiendo el artículo firmado por Lucía Solaz en la siguiente dirección:
http://www.encadenados.org/n38/cinema_paradiso.htm
Comprobarán que hay quien sabe de cine y no otros...
Se hace lo que se puede, evidentemente, y en esas estamos. Y les diré que, en esta película, Browning renuncia a lo macabro y al impacto visual que nos conmocionó en Freaks para ofrecernos en bandejas de plata espiritistas las miserias y candideces de una sociedad tan adinerada como crédula y presta al engaño de vividores, pícaros, médiums y cómicos de la legua que se diría por aquí. Zara la mística es una pequeña “frivolité” de Browning dentro de un libreto cinematográfico repleto de sordideces y condiciones humanas inmutables. Algo así como la gama “light” de su producción.
Una fotografía apropiada e inteligente, donde cada imagen nos habla desde los silencios del celuloide y un vestuario (especialmente el de Zara) que a pesar de las durezas de los blancos y negros se revela como sugerente y consiguiendo lo que pretende, es decir, no pasar desapercibido.
Ese toque de moralina con redención final por la fuerza del amor y de la vergüenza torera, tan frecuente en muchas películas por mor de una buena taquilla y un postrero buen sabor de boca, pues no acaba de convencerme del todo, pero aún así la obra se ve con interés y es altamente recomendable.
Un extraño individuo se presenta en un campamento de gitanos circenses con la propuesta de aprovechar los presuntos poderes de una medium llamada Zara para "más elevadas empresas".
Considerado por muchos, como el Edgar Allan Poe del cine, Tod Browning es, cuanto menos, un director interesante y cuya filmografía debe revisarse. Y en esta revisión, junto a obras insignes como Freaks (La parada de los monstruos) debe incluirse Zara la mística.
Para aquellos que quieran conocer un poco más la compleja personalidad del llamado “maestro de lo macabro” les recomiendo el artículo firmado por Lucía Solaz en la siguiente dirección:
http://www.encadenados.org/n38/cinema_paradiso.htm
Comprobarán que hay quien sabe de cine y no otros...
Se hace lo que se puede, evidentemente, y en esas estamos. Y les diré que, en esta película, Browning renuncia a lo macabro y al impacto visual que nos conmocionó en Freaks para ofrecernos en bandejas de plata espiritistas las miserias y candideces de una sociedad tan adinerada como crédula y presta al engaño de vividores, pícaros, médiums y cómicos de la legua que se diría por aquí. Zara la mística es una pequeña “frivolité” de Browning dentro de un libreto cinematográfico repleto de sordideces y condiciones humanas inmutables. Algo así como la gama “light” de su producción.
Una fotografía apropiada e inteligente, donde cada imagen nos habla desde los silencios del celuloide y un vestuario (especialmente el de Zara) que a pesar de las durezas de los blancos y negros se revela como sugerente y consiguiendo lo que pretende, es decir, no pasar desapercibido.
Ese toque de moralina con redención final por la fuerza del amor y de la vergüenza torera, tan frecuente en muchas películas por mor de una buena taquilla y un postrero buen sabor de boca, pues no acaba de convencerme del todo, pero aún así la obra se ve con interés y es altamente recomendable.
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