Con un inconfundible aroma a Casablanca, Tener y no tener es una película imprescindible para cualquier cinéfilo. En ella asistimos al debut cinematográfico de “La mirada” (Lauren Bacall) y a ese momento mágico en que “ la flaca” y Boogie se enamoraron para deleite de los espectadores y beneficios del productor. ¿Qué importan 20 años y 45 si el amor es puro? El tiempo demostró que nada.
Partiendo de una novela de Ernest Hemingway y en una especie de apuesta entre el autor y Hawks, los guionistas Jules Furthman y el también Premio Nobel William Faulkner hicieron de la novela una película que conservaba la línea de partida del libro (la de un hombre casado y con hijos dedicado, para sobrevivir, a transportar en su barco a personajes de distinta condición) pero que se modifica sustancialmente para incorporar una historia de amor, ficticia a la par que real, en un contexto político similar al de Casablanca que aquí se traslada a Martinica al descartarse la opción, literaria, cubana, por razones de oportunismo también político.
Naturalmente la película es Lauren. Su primera línea de diálogo “¿Tiene una cerilla?” apoyada seductoramente en la puerta de su habitación es toda una declaración de intenciones a Boogie y a los espectadores. Es una frase con pasado y naturalmente con futuro. A partir de aquí ya sabemos lo que va a pasar con Bogart. Si encima al poco le dice “Si me necesitas, silba…” pues confirmadas nuestras sospechas. A Bogart le han dicho ven y lo deja todo. El resto es un no pero si. Un ni contigo ni sin ti.
Es cierto y así lo señalan algunas críticas que determinadas situaciones no resultan demasiado creíbles. Tal es el caso del comportamiento del exiliado francés y especialmente de su mujer, personaje cuya función principal parece la de exacerbar los celos de Marie alias “flaca”. El tirón de Casablanca y su estela eran todo un reto y la pareja exiliada parece confirmarlo. Sin embargo, por mucho Vichy y mucho piano, entre ambos films hay muchas diferencias y entre ellas una diferente historia de amor. La de un pasado en Paris y la de un futuro que se abre en dirección a la isla del Diablo. Y los inicios de grandes amistades se quedan atrás en la Martinica.
Con la imaginación haciendo frente al código Hays “he venido a la Martinica para comprarme un sombrero”, con un secundario de primera como Walter Brennan, con un Bogart muy en esa imagen entre duro y pedazo de pan que se ha ido forjando fotograma a fotograma, y con los ojos de Lauren, la película es una absoluta obligación para cualquiera que le guste el cine.
Puntuación: 8,7
2 comentarios:
Hace casi cuatro años, en mis pinitos blogueros, diseccioné esta peli en tres o cuatro bloques.
Me parece una de las grandes pelis de Hawks. El sugestivo debut de "la flaca" es del quince.
Pero la palma, en mi opinión se la lleva el genial Walter Brennan.
La frase más sugerente: "You just put your lips together and...blow"
Un peliculón, aunque tenga algunos defestillos.
Un abrazote.
Excelente película y excelente reseña. Saludos
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