Sean
cuales sean las circunstancias económico-sociales por las que ha ido
atravesando, en el último siglo, este mundo nuestro tan baqueteado,
las miradas de gran parte de la población del globo se han dirigido
a ese lugar mágico creador de sueños que ha sido y es Hollywood.
Por descontado que no estoy desmereciendo otras filmografías, muchas
de las cuales han alcanzado cotas de calidad equiparables e incluso
superiores a una escuela americana en la que el negocio y las
taquillas eran el principal objetivo de las Majors. Pero el lugar
donde se forjaron los sueños de muchas generaciones ese es
Hollywood. Pongan las excepciones que quieran pero acabará
confirmándose la regla. Ese es mi parecer.
Y
los espectadores norteamericanos de los años 30 con la Gran
Depresión pisándoles descaradamente los talones, estaban ávidos de
sueños y la mera posibilidad de que alguien tuviese la oportunidad
de ascender en la escala social y aspirar a otra vida mejor,
significaba como una bocanada de oxigeno limpio en los pulmones.
Claro que el ascenso por la vía del esfuerzo y del trabajo, en lugar
de sueño hubiese significado una utopía y la cosa no iba por ahí.
En Possessed la mejora social de una agraciada joven trabajadora,
operaria en una fábrica de cajas de cartón, y con un futuro gris en
su pueblo de nacimiento, se logra gracias a su propia condición
femenina y a un inconformismo nada habítual en la mujer de su
tiempo.
Es
esta rebeldía de una mujer fuerte la línea directriz de un film que
tuvo problemas con las obtusas mentes censoras de algunos países,
dada la relación extramatrimonial que mantiene Marian Martin (Joan
Crawford) con Mark Whitney (Clark Gable), un rico abogado con
ambiciones políticas, llegandose a rodar dos versiones, una con la
mujer de Mark inválida y otra donde le engaña con el chofer. No hay
que decir que en la primera de las dos versiones, la distribuida en
UK, el infeliz marido mantiene una relación platónica con Marian
hasta el fallecimiento de su esposa.
De
todo menos de platónica puede calificarse la relación dentro y
fuera de los platós de Joan y Clark, ambos casados en la vida real.
Su relación fue muy comentada e incluso el propio Louis B. Mayer le
conminó a que pusiesen final a la misma por la posible incidencia
negativa de su adulterio en las taquillas. Sin embargo la relación
entre los dos sea en la condición de amantes, sea en la de amigos se
mantuvo hasta su muerte. Y es curioso que la propia Joan Crawford
declarase que Clark probablemente no hubiese encajado bien en el rol
de marido.
En
definitiva, esta tercera película que hicieron juntos ambos actores
y que dirigió Clarence Brown (habitual con Greta Garbo) es una cinta
notable, encuadrable por sus “ligerezas” argumentales en el cine
pre-code, que si bien no me atrevo a calificarla de obra maestra
tiene elementos más que apreciables. La fotografía es excelente,
los vestidos, la suntuosidad de unos decorados estilo art-decó y la
composición maravillosa de alguna secuencia como aquella en la que
Marian presencia la llegada de un tren a la estación de su pequeña
localidad viendo, a través de las ventanillas, el lujo y el glamour
al que ella aspira.
Una
cinta al mas puro y genuino estilo Hollywood interpretada por dos de
los más grandes.
Puntuación:
8,00
4 comentarios:
Amigo Father, hay películas que las vemos por su director, por la historia, por su calidad o por lo que nos ofrece. Pero hay otras películas que solo vemos por sus estrellas y este "Posseded" (Amor en venta) es un claro ejemplo. En ella se disfruta del cine cuando las estrellas eran de verdad estrellas. Y Gable y Crawford pertenecían a esa élite adorada por millones de fans. Ay, cuando Hollywood era Hollywood.
Bueno, Father, pues ya la estoy buscando. El reparto promete y cuando has dicho eso de "vestidos" me has ganao ;)
Un abrazo
DC: Lo has expresado muy bien. Te confieso que esta generación de stars no es exactamente la mía temporalmente hablando pero la prefiero por calidad a la de años posteriores. Y es que el cine ha mejorado en muchas cosas pero aquel Hollywood es irrepetible. No se si cualquier tiempo pasado fue mejor pero tiene toda la pinta.
Un abrazo
Disculpas por mi tardanza en contestar pero el internet en zonas rurales es una utopía. Y donde paso el verano la conexion es `complicada.
Mara veo que los cátaros te han "soltao" (por lo que dijistes de donde estabas creo que era el territorio albigense) Bienvenida al mundo de los vestidos y el buen cine. Te gustará. Estoy seguro.
Un abrazo
Publicar un comentario