miércoles, 27 de agosto de 2014

SI YO FUERA REY (FRANK LLOYD - 1938)




Película, digamos histórica, sobre el asedio de París por el duque de Borgoña. En clave de comedia, a la que habría que añadir el calificativo de ejemplarizante, narra las venturas y desventuras de Francois Villon, personaje real, poeta ladrón y bandido bueno en la más pura línea Robin Hood, quien alardea en una taberna y ante un irreconocible Luis XI disfrazado, de lo que él haría si fuese rey. En un enfrentamiento con los soldados reales da muerte además al Condestable real después de que el monarca averiguara la traición de éste último, por lo que Luis XI nombra a Villon para el cargo vacante, poniendole a prueba para que cumpla las tareas de gobierno y administración de justicia que tan fáciles le parecían.

El enfrentamiento con las fuerzas enemigas resulta clave en el film, tanto durante su desarrollo como en un desenlace acorde con lo distendido del argumento. El envío de un embajador con una propuesta de rendición que permita al soberano francés retirarse con dignidad provoca la contrarréplica de un inspirado Villón quien, ha sido nombrado por el rey con el más apropiado rango de Conde de Montcorbier, heredero de la Hebilla de Oro, amenazando a los borgoñeses con atacar si no levantan su asedio en una semana. Sus amenazas no son secundadas ni por Luis XI ni por sus generales quienes, en palabras reales : "nunca ganan batallas". Por ello, amenazada su vida, Villon, conde de Montcorbier decide cambiar la estrategia y convertirse de nuevo en lider del pueblo bajo francés que luchará con valor por su vida y por su ciudad.

Los diálogos magníficos plenos de ironías son atribuibles a un Preston Sturges que colabora con un Frank Lloyd de quien todos conocemos aquella maravilla que fue Rebelión a bordo, versión Laughton y Gable. La película está bien surtida de frases chispeantes y sagaces y de momentos que entreabren una sonrisa inteligente en el espectador a poco que este sea capaz de, más allá del conjunto argumental de una película basada en hechos históricos, saborear esos pequeños detalles de los que gracias a Sturges no anda escasa.

Ronald Colman acredita veteranía, clase y buen hacer, Frances Dee, belleza, dotes de seducción y una cierta candidez que esconde una personalidad plena de fuerza, pero sobre todo el actor que por méritos propios se erige en el protagonista absoluto de la película es Basil Rathbone, en un rol de soberano francés con infinidad de matices a los que no nos tiene demasiado acostumbrado. Lo recordamos por sus trabajos de Sherlock Holmes y como odioso personaje en films de capa y espada (Robin Hood). pero su faceta cómica no la ha explotado demasiado (como excepción a la regla considero La comedia de los horrores, de Jacques Tourneur). Y ciertamente, se come con papas fritas la película... Su trabajo fue reconocido con una nominación a la estatuilla en la categoría de mejor actor secundario (the winner is... “palabras mayores” Walter Brennan por Kentucky)

Estoy por decir que no les defraudará.

Puntuación: 7,35

1 comentario:

El Despotricador Cinéfilo dijo...

Amigo Father:

Muy interesante tu crítica sobre esta película la cual nunca he visto y ni conocía. Has activado mi interés por verla porque siempre disfruto mucho con este tipo de cine, aunque me eche un poco para atrás que el guionista sea Preston Sturges (le considero un autor super sobrevalorado con bodrios considerables). Pero una película con Basil Rathbone es siempre un punto a su favor y más aún si dices que está tan soberbio. Lástima que no se llevase el Oscar, pero claro, es que competir contra Walter Brennan uno siempre sale perdiendo... (lo siento pero es que Brennan es una de mis mayores debilidades cinéfilas). :)

Un abrazo