sábado, 14 de noviembre de 2009

EL HOMBRE DE NEVADA (GORDON DOUGLAS - 1950 )




Suscribo la idea de reivindicación del western. Los géneros cinematográficos en ocasiones se gastan de tanto usarlos y algo así ha sucedido con el western, hasta el punto que las contadísimas reposiciones televisivas de películas del Oeste suelen producir en muchos espectadores, especialmente los de las generaciones más actuales, cierta actitud de rechazo.

Lo cierto es que la cosa tiene su explicación desde la óptica de los tiempos y las modernidades, pero no desde el punto de vista de la calidad. El western tradicional nos ha dejado muchas obras maestras, bastantes excelentes trabajos y algún que otro fiasco, que de todo debe haber en la viña del señor. Incluso, las contadas ocasiones en que el cine más actual se ha aproximado al wild west y a sus leyendas, se han saldado con aceptable éxito.

Hablar de western seguro que es hablar de John Ford, de Anthony Mann, de Delmer Daves, de John Wayne, Gary Cooper o James Stewart, pero también de Gordon Douglas en la butaca directiva y Randolph Scott al caballo. Y el mismo Douglas que me sorprendió positivamente en Río Conchos, en esta película "The nevadan" demuestra profesionalidad a raudales y buenísimos conceptos cinematográficos.

Partiendo, como eje central, de un planteamiento no demasiado original: La huída de un bandido para recuperar el oro escondido fruto de un antiguo golpe, Douglas vertebra diferentes historias que dotan de contenido e interés al film. La desmedida codicia del cacique del pueblo, la típica e imprescindible historia sentimental, la peligrosa amistad del jerarca y su socio y los ocultos intereses de los improvisados compañeros de caminos, dan consistencia a un film que podemos incluir entre esos excelentes trabajos de los que les hablaba antes.

Y es que el cine de vaqueros, de indios, de diligencias, de mineros atacados por la fiebre del oro, es un cine seguro. Seguro de entretenimiento.



2 comentarios:

ANRO dijo...

Llevas razón, FAther, hay mucha gente que tiende a rechazar el western y los buenos intentos que se han hecho en pelis actuales no han cuajado los suficiente.
Hace años era distinto. Cuando varios amigos nos juntábamos y decidíamos ir al cine siempre saltaba alguien "¿Ponen alguna del Oeste?".
Hay que reivindicar también a Marcial Lafuente Estefanía. Hizo su labor el hombre.
Un abrazote.

Jack dijo...

Si la película es buena, en el sentido cinematográfico, el espectador tendría que estar abierto a cualquier tema, western, comedia, terror o lo que sea. Saludos