Este acercamiento al realizador argentino, mendocino por más señas, Hugo Fregonese, tiene todas las trazas de convertirse en el inicio de una gran amistad. Por lo visto (Martes negro) y especialmente por lo leído, mi interés por su filmografía se ha incrementado exponencialmente. Sus trabajos con la MGM y especialmente con la Universal están demandando a gritos una revisión por mi parte y queda anotada debidamente mi agenda.
Esperando poder contarles mis impresiones respecto de trabajos como Soplo Salvaje, Apache Drums o de sus películas rodadas en Europa (incluida España), generalmente series B, mi bautismo de fuego Fregonese ha tenido lugar con Black tuesday, film incluido en la categoría de películas de cine negro y cuyo principal activo es la presencia de un auténtico especialista en el género como es Edward G. Robinson. No tanto el Robinson de Perversidad como el de Cayo Largo o especialmente el de Little Caesar ( película que debo revisar sin demora), es decir en esa línea dura gangsteril del que fue uno de sus interpretes destacados junto con James Cagney (White Heat).
Black tuesday es un film serie B cuyo principal activo es la violencia y donde Edward G. Robinson encarna a un mafioso sin escrúpulos y dispuesto a todo con tal de eludir la silla eléctrica y hacerse con el botín escondido por otro compañero de fatigas carcelarias. Dentro de su previsibilidad, el film mantiene el interés dentro de unos límites aceptables, especialmente durante su primera mitad, aquella en que se está gestando la fuga, para decaer después hacia un final tan duro como inevitable que sobresale especialmente por su clima claustrofóbico y por algunos detalles de desequilibrios psicológicos, tales como la afición de Canelli (Robinson) a desmontar juguetes mecánicos.
He leído comentarios que sitúan a Fregonese en la línea Jacques Tourneur. Seguramente el cine de género, independiente y serie B permita enlazar de algún modo ambos cineastas. Sin embargo Tourneur me parece mucho Tourneur.
Lo dicho, trataré de ampliar horizontes sobre este realizador argentino, antecesor, con su "Pampa Bárbara" de la famosísima obra de W. Wellman, Caravana de mujeres, para hablar con auténtica propiedad. Seguiremos informando.
Un apunte final: Teniendo en cuenta los muchos lectores de este blog que se acercan desde Latinoamérica, es un auténtico placer "descubrir" (disculpen mis ignorancias cinéfilas) a un figura señera del cine de un país hermano como Argentina quien, como pasaba en la mayoría de países, debió forjarse allí donde se creaban los sueños, es decir Hollywood, pero que mantuvo su integridad y su personalidad por encima de todo.
1 comentario:
Algo había oído hablar de Hugo Fregonese pero francamente no recuerdo haber visto nada suyo, o al menos eso creo, incluída la peli que comentas. Como te considero toda una autoridad en este tipo de cine "B" con mayúscula (dicho sea de paso muchas pelis calificadas así merecerían estar en primera división), trataré de hurgar en esos mundos de dios. Seguro que al menos "Martes Negro" la podré conseguir.
Gracias, Father, por ilustrarnos de forma tan magistral.
Un abrazote.
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