jueves, 5 de mayo de 2011

EL MONOCULO NEGRO (GEORGES LAUTNER - 1961)


Basándose en una obra del excombatiente francés Coronel Rémy, Georges Lautner realiza una comedia negra más encuadrable dentro del humor inglés que del galo. La película tuvo bastante éxito permaneciendo en las pantallas francesas durante más de una temporada y siendo el film matriz de una serie de 3 películas de las que forman parte L´oeuil du monocle y Le monocle rit jaune.

Este Monocle Noir deja buenas sensaciones. La película cumple siempre que no seamos demasiado exigentes y pongamos el listón de nuestras expectativas demasiado alto. Por lo leído las secuelas superan el original y quedan apuntadas en la agenda de buenos propósitos a corto plazo. Por cierto, tengo un postit en la nevera de comprar una nueva agenda que la antigua tiene anotaciones hasta en el santoral. 

Le monocle noir es una película de espías o mejor, de agentes secretos con pocos secretos, como dice Bernard Blier en la introducción. Interpretada por un buen elenco de actores franceses identificables debajo de los Pirineos, tales como el propio Blier, Paul Meurisse, Albert Rémy (desconozco si había parentesco con el coronel), Jacques Marin y Elga Andersen, fémina cuya presencia se agradece, la película cuenta en clave de polar francés y humor británico los propósitos neonazis de un conde francés y un conjunto de “presuntos” adeptos a la causa hitleriana entre los que se cuenta el Comandante Dromard apodado “le monocle” (Paul Meurisse).

El nazismo no era un tema humorístico en la novela de partida. Sin embargo Lautner consigue desmitificarlo un tanto manteniendo el tono de comedia en límites francamente comedidos que esbozan sonrisas más que carcajadas. Es un primer paso, tal vez demasiado temeroso de una reacción contraria del público francés. El éxito de la película permitió que en las secuelas (según cuentan las crónicas) se mostrase otro tipo de humor mucho más abierto. Eso ya se verá y se contará.

La película también trata de parodiar en clave “ja” las películas de espías. Tiene éxito en este sentido. Y además nos trae el recuerdo de alguna escena magistral del mago del suspense, como aquella de Con la muerte en los talones en el edificio de las Naciones Unidas.

No estamos ante un film maestro. No es imprescindible ni siquiera necesario. Pero si les gusta revolotear un poco por ese cine semidesconocido de director un tanto en el ostracismo popular (aunque dirigió El profesional con Jean Paul Belmondo) esta es una ocasión interesante.  

Puntuación: 6,5





1 comentario:

Lala dijo...

Hola Father, esta pelí no la he visto, o al menos, que yo recuerde, me la apunto para verla porque tras leer tu post, me parece muy interesante.

Besotes