Esto
podría empezar como el chiste “Se abre el telón y...” un
hombretón como la copa de un pino ¿O debería decir de un arce? llega a la aldea para comprar provisiones, ya saben, azucar, tabaco y
seguramente tocino o similar. Por lo que ya vamos deduciendo en su
lista de la compra no está apuntado el jabón, ni siquiera el
lagarto por lo que agradecemos que el cine sea únicamente un arte
visual y no olfativo....
Bien, a lo que íbamos, al parecer, el
barbudo mocetón (Howard Keel) en el último momento, mirando estanterías,
recuerda que también falta mujer que limpie, que lave y que cocine,
es decir una esposa y busca en el apartado de las ofertas, mientras
canta a vozarrón partío:
Bless
your beautiful hide
Wherever
you may be.
Traducido
googlemente por:
Donde
quiera que estés.
Antes
de continuar les comunico que la película me gustó mucho la primera
vez que la vi y que, revisada con más años a cuestas, me ha seguido
gustando, O sea que mi crítica, aún en tono de mofa, es el anticipo
de una buena valoración. Lo que sucede es que, no me negarán que, a
priori, los chicarrones del norte parecen elefantes en las
cacharrerías del musical y hasta un coreógrafo como Michael Kidd lo
sabía por lo que si bien aceptó a participar en el proyecto lo hizo
trás un intensivo lavado de cerebro propiciado por Stanley Donen y
con la condición de que las canciones, y naturalmente los bailes,
deberían rodarse como escenas de la propia historia y ello exigiría
que los actores, al menos los que bailaran, deberían ser en primer
lugar bailarines y en segundo actores.
La
oposición feminista está, en mi modesta opinión, totalmente
justificada, especialmente en la primera parte de la película, donde
siete energúmenos asalvajados se invisten de todos los derechos a
ser servidos por el teórico sexo débil. Claro que, como sucede en
la vida real (y me refiero a la relativamente civilizada, que bestias
sin domar háilas aún) el presunto sexo débil trasmuta rápidamente a fuerte
y obliga al primitivo trueque de café calentito mañanero por barreño
donde asearse.
Sinceramente,
uno de los mejores musicales de todos los tiempos, y ello a pesar del
recorte presupuestario ¿Les suena? Que redujo a la mitad los fondos
destinados al film, en beneficio del trabajo de Minnelli, Brigadoon,
donde actuaba Gene Kelly. El productor Jack Cummings, alma mater del
proyecto, no se desalentó. Por su parte, Donen, rodó rápido y barato,
cambiando escenarios naturales por coloristas decorados, a pesar que
un naciente cinemascope ponía de manifiesto las carencias con mucha
crudeza. En lo que Donen no cedió fue en que las canciones de su
musical fuesen absolutamente originales, desechando la propuesta de
la MGM de recuperar canciones tradicionales americanas.
De
esta forma asistimos a una excelente película que en un clarísimo
guiño nos remite a la historia del rapto de las Sabinas
narrado por Plutarco y que constituye el libro de cabecera de la
recién adquirida esposa (Jane Powell). De esta forma, los hermanos del susodicho
mocetón, algo más agiles porque bailan más, resuelven sus
problemas de relaciones sentimentales y acaban consiguendo que las
“brides” digan el consabido “yes” y acaben siendo “wives”
Quienes
hayan visto el film, seguro recuerdan la magnífica escena de la
construcción del granero o la encantadora secuencia sobre la nieve.
Para quienes no la hayan visto, un consejo: Dejen los prejuicios
sobre los musicales en el perchero de su recibidor, dejen la lógica
en el paragüero y dispónganse a pasar un rato entretenido.
Oigan,
estos son como el Sevilla de los Mojinos: ¡Mira quien baila!
Puntuación:
9,50
Con
especial dedicatoria para Mara (del blog MARAMINIVER) porque aunque no es “muy de
musicales” le encanta éste.
8 comentarios:
Hola Father!
Me ha encantado la entrada, y me ha traído muchos recuerdos. No veo la película desde que se me rompió el vídeo (uff, hace siglos) pero la verdad es que entonces ya tenía la cinta VHS un tanto rayada... No importa, he podido comprobar que Howard Keel sigue igual de apuesto que siempre ;)
No sabía lo de los recortes presupuestarios, pero se ve que las dificultades avivan el ingenio. Es un peliculón y siempre lo será, por mucho que los hombres ahora sean menos brutos y sucios y las mujeres menos hacendosas y remilgadas.
Un abrazo y gracias.
Pues yo esta no la he visto todavía!!!
Sí. Es uno de esos clásicos de la lista que voy posponiendo.
Y mira, hace unos par de años fui a casa de mi madre y empiezan a darla, pero era Navidad, todo el mundo hablando y me puse de mala leche porque no podía escuchar nada (el único que la estaba viendo era yo) y pasé. Siempre estoy con a ver cuándo me pongo con ella, y nada.
Un saludo.
PD: A Brigadoon también le metieron recortes, que Minnelli y Kelly querían también haberla hecho en escenarios naturales.
Un musical imprescindible que has introducido de manera muy divertida. Una curiosa combinación de baile, acrobacia y camisas a cuadros, quizás por eso es una película de culto entre el público gay estadounidense. Recuerdo que también salía Russ Tamblyn que participó en casi todos los musicales de la época. Saludos. Borgo.
Mara: Gracias por tus palabras. He tratado de inculcar el gusanillo a quien no la haya visto y las ganas de repetir al resto. Y me gusta hacerlo un tanto desenfadadamente, porque creo que el comentar un film no está reñido con el sentido del humor.
Realmente es un film que exige desempolvarlo, especialmente en esos días grises, en los que, como ya comentamos una vez, necesitas algo rosa.
Y como dices, la sociedad ha cambiado, y películas como ésta parecen ñoñas y anticuadas visto desde ópticas modernas. Este efecto me ocurrió a mí con muchos films hasta que un día la cosa empezó a cambiar ¿Que había pasado? La madurez me estaba enseñando a valorar obras como ésta.
Un abrazo y de nada...
David: Desconocía que Brigadoon también había pasado sus penurias. La sombra de Kelly era mucho más alargada que la de Donen. Incluso el propio Donen estaba tratándo de probarse a si mismo sin su colaborador habitual. Prueba superadísima. Hace poco vi Brigadoon y reconozco que los decorados eran un tanto flojitos.
¿A quien se le ocurre intentar ver un film en Navidad? Y lo peor ( o mejor segun se mire) es que echan buenas películas esas noches.
Te la recomiendo.
Saludos.
Miguel: La verdad es que nunca acaba uno de sorprenderse. Desconocía lo del culto gay estadounidense.
Efectivamente Russ Tamblyn es un habitual (p.e. West Side Story)
Respecto a lo de hacerlo divertido, las críticas cinematográficas no están reñidas con intentar pasarlo bien.
Saludos.
¡No sé cuántas veces la habré visto y nunca me defrauda ! Con decorados falsos y todo, no dejo de sonreir y me sé hasta las canciones, a lo que no llego es a dar esos saltos que daban esos mocetones asilvestrados. Blancanieves y los siete "energúmenos" jeje
Un cine de siempre y para siempre.
No todos bailan, hay uno que no..¿adivina quien es ?:-)
Russ Tamblyn era el que más alto saltaba porque tambien era el más joven. En West Side Story está genial tambien.Por cierto mi musical preferido junto con éste y Cantando bajo la lluvia.
No hace falta que sea Navidad, cualquier época vale para pasar un rato estupendo con ésta peli.
Un saludo afectuoso Father :-)
Abril: Efectivamente no hace falta que sea Navidad, incluso es mejor, así el personal está calladito.
No baila Benjamin quien era un tipo atlético exjugador de baseball pero que al parecer hubiese desentonado en lo del baile.
Un excelente musical. Imprescindible.
Un abrazo.
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