El
veteranísimo Fred Astaire, toda una institución del cine musical – posiblemente
la mayor estrella que haya dado el género – deseaba hacer una película con
Audrey Hepburn, actriz que únicamente había protagonizado dos films marca
“Hollywood”, claro que, menudos films, Vacaciones en Roma y Sabrina, (hay que
aclarar que Guerra y Paz estaba por entonces pendiente de distribución). Por su
parte Audrey, quien en poco tiempo se había asegurado la posibilidad de elegir
aquello que deseaba hacer, estaba muy interesada en que su partenaire fuese
Fred. Los 30 años de diferencia no suponían obstáculo y las voluntades estaban
acordadas. Y sin embargo…
El
nacimiento de esta película no fue el de Venus precisamente, más bien se
asemejó a un arduo y trabajoso parto de los montes. La cosa empezó con la MGM
retomando el guión de una comedia musical escrita por Leonard Gershe en el año
1951 que no había llegado a montarse: Wedding Day. Este era el cesto, pero para
los mimbres se pensó en las canciones escritas por George Gershwin para el
musical de Broadway “Drole de Frimousse (Funny Face)” en el año 1927 donde ya
actuaba Fred Astaire juntamente con su hermana Adele. Warner Bros. Propietaria de
los derechos de las canciones acaba cediéndolos previa condición de que Stanley
Donen dirija para ellos “Pajama Game (Juego de pijamas)”. Sin embargo los
problemas crecen y ahora es la Paramount, con derechos sobre los actores
principales la que obstaculiza su cesión. Astaire llega a ver el proyecto como
irrealizable pero su interés y el del productor de la MGM Roger Edens acaban
dando luz verde al film. Hoy, todos los aficionados al buen cine nos
congratulamos de ello.
En
clave de comedia romántic, como no podía ser de otra forma, la película recrea el mito
de Pygmalión. Una sencilla dependienta de librería (Audrey Hepburn) se
convierte en el prototipo de mujer ideal americana y mundial, y el centro de
una campaña publicitaria lanzada por una revista de moda y alta costura :
Quality Magazine y por un fotógrafo de alto standing, Dick Avery (Fred Astaire).
Un viaje promocional a París para presentar la colección especialmente diseñada
para ella por un modisto francés la acabará decidiendo. De esta forma, en los
ambientes bohemios de la ciudad de la Luz podrá conocer a su idolatrado líder
espiritual fundador del “enfaticalismo”…
He
de decir que mis primeras referencias del mundo de la moda, la fotografía y las
modelos famosas, las encuentro en una canción de mi paisano Joan Manuel Serrat.
En aquel “Conillet de vellut” de “Serrat 4” hay referencias a revistas como
Harpers Bazaar o al fotógrafo Richard Avedon. Pues bien, este era el mundillo
que se refleja en Una cara con ángel. Así Richard Avedon cede su propio nombre
con cierto disimulo a Dick Avery, o la editora del Harpers Bazaar, Carmel Snow,
quien revolucionó la fotografía de modas, está en pleno centro del personaje
interpretado magníficamente por Kay Thompson como directora de Quality. También
es conocida la relación de Avedon con una de sus modelos… En fin que, en este
caso la realidad iguala a la ficción, aunque me caben dudas sobre la existencia
del enfaticalismo.
Y
por encima de todo y de todos, dos grandísimos, Astaire y Hepburn. El que tuvo
retuvo y aunque a sus 60 años limita sus escenas de baile, la que nos regala,
paraguas, capa de toreo y palos de golf incluidos, es una autentica gozada y
una secuencia para el recuerdo en cualquier antología. Ella, cambiando
realmente la imagen de la diva americana y de la forma de actuar. Vestida por Givenchy
está sublime. Su bajada por las escaleras del Louvre y ese despliegue de alas a
lo Victoria de Samotracia, sencillamente “merveilleuse”.
Me
ha gustado. ¿Lo adivinaron?
Puntuación:
8,85
17 comentarios:
Si olvidamos la falta de química de Audrey con Astaire y que ella no acaba de bailar del todo bien... la película se deja ver y tiene algún momento pero vaya, no es el mejor trabajo de ninguno de los dos.
Saludos!
No niego que tiene sus momentos espectaculares, pero la película en si no llegó a convencerme. Es más, si me apuras, es de las que menos me gustan de la Hepburn.
Me has ganado con lo de la Victoria de Samotracia... es lo primero que me impresionó de París.
Mira, la voy a ver, no es que no quiera, es que soy reacia a los musicales y los trabajo poco, ya te contaré.
Un saludo
A mí también me gustó, y aunque estoy de acuerdo con el primer comentario en que no es el mejor trabajo de ninguno de los dos, se ve con agrado (con mucho agrado, en mi caso).
Un saludo.
PD: tengo un amigo que no la soporta mucho por esa burla que hace de los "existencialistas" y el tema de que es mejor el glamour y la moda...pero bueno, teniendo en cuenta que es una comedia...
Shide: Bienvenida y gracias por tus comentarios.
Lo bueno de esto del cine es que aquí no pasa como en determinados deportes como por ejemplo el futbol, en que el resultado final es 3-3 y no hay nada mas que comentar. Aquí, podemos permitirnos contrastar opiniones y discutir (siempre amistosamente por supuesto).
A mi la película me gusta, pero en ningún momento dije que fuese la mejor película de ella o de él, ni siquiera que estuviese entre las que mas me han gustado. De ella me encantó Vacaciones en Roma, Desayuno con diamantes, Dos en la Carretera o incluso Charada. Y está excelente en Sabrina (aunque la película no me llenó del todo, a pesar de su fama y de ser del dios Wilder)
Él, con treinta años mayor, poca química podíamos esperar. No obstante, es cierto, podía haber habido un poquito más...
Ella, a pesar de que se esforzaba no era una gran bailarina. No era la Charysse ni la Rogers, pero lo que destaca aquí de ella, no es el baile. Ah... Y tampoco cantaba... Bueno, el Moon River aquel si, pero en un tonito facilón.
Pero Audrey me encanta ¿Que le hago? Y aqui me gusta su desparpajo, incluso el glamour que le pone por momentos. La escena de la sesión fotográfica me gustó.
Y me gustó Paris. Y me gusta Donen que tiene musicales mejores. Hace poco vi Siete novias para siete hermanos y tambien Un dia en Nueva York.
Y me gusta Astaire, aunque no me crea que la gente vaya por el mundo con el claque, y aunque lo prefiera en Sombrero de Copa o Desfile de Pascua, por ejemplo
Y me gusta Kay Thompson, por su desparpajo.
Bueno, que en el fondo no andamos tan distanciados
Saludos y repito, gracias por tu opinión.
Jack: Permíteme por una vez que te remita a lo que le contesto a Sidhe. Para mi Audrey Hepburn tiene tantas buenas películas que tal vez haya unas cuantas por encima de esta, pero aun reconociendolo, me sigue gustando.
Quizás tambien sea porque París es un regalo para los ojos...
Un abrazo.
Mara: El musical es un género dificil. El que la gente no vaya por la vida pegando saltos es un handicap. A mi me gusta el cine negro o incluso el western pero aun así, la vida ha habido momentos en que me ha pedido distracciones simples y sencillas. Aunque me guste el negro, el rosa es a veces muy muy necesario, especialmente cuando recibes alguna bofetada de esas que la life te pega "sin perdón". Y la madurez siento que me exige ciertas dosis de sensibilidad. Los musicales son como la fruta que tiene muchas vitaminas.
Claro que no valen todos los musicales, pero buscando buscando Donen es de los mejores.
Un abrazo
David: La coincidencia con lo que dices es plena. Hasta en lo del enfaticalismo, que no deja de ser una crítica explicita a movimientos filosóficos como el existencialismo y que puede herir sensibilidades, aunque el tema se toca en clave de desenfado.
Un abrazo.
Yo cuento con los dedos de una mano los musicales que me gustan Father, pero he leído un poco más arriba que has visto hace poco mi favorito: "Siete novias para siete hermanos". Una historia con leñadores brutos, mujeres cursis y citas bíblicas que de pequeña me dejaba anonadada delante de la tele. Así que aunque no sea una entendida me atrevo a darte la razón con lo de Donen. Y sí, el rosa es bastante necesario de vez en cuando...
Un saludo
Mara: Prometo hacer una reseña de Siete Novias para siete hermanos y... dedicartela.
Un abrazo.
:)
A mí también me gusto. Posiblemente esta película sea el último musical clásico de Hollywood antes de la llegada de Bob Fosse y otros que renovaron el género. Saludos. Borgo.
¡Vaya que no puedo estar más de aucerdo Father! Por no repetirme lo digo.
Tiene todos esos "defectillos" y todas esas virtudes que a mi me resultan muy apetecibles para sonreir y pasar un rato muy agradable con esa historia que no busca mayor trascendencia ( imagino)Lo del movimiento filosóficos es cuestión del momento que se viva y cómo se enfoque. Descartar lo "intelectual" por lo "frívolo" tampoco es cuestión..pero el rosa tambien me gusta, para concluir.;-D
Ella seduce, haga lo que haga. El baila como nadie y..¡ es Paris !
Bonjour mes amis :-)
Miguel: Ya en los 60 tenemos West Side Story, que revisé hace poco y al que incluyo en una linea dura, real como la vida, las calles, la delincuencia, la falta de motivaciones, etc. Efectivamente ya no eran los musicales tan rosas a los que me refería en un comentario anterior. Aunque también está Hello Dolly (pura línea rosa y desenfadada) con una grande como Barbra Streisend, un Matthau genial como siempre y un temazo con el gran Louis Armstrong que exige desempolvarse de vez en cuando.
Así acaban los 60. Parece como si debajo de los adoquines estuviese la playa pero para alcanzarla había que destrozar los musicales. Luego vendría Bob Fosse y Cabaret, incluso Grease. Buenos. Buenísimos. Pero la época dorada ya estaba RIP.
Saludos.
Abril: No se si a ti te pasa pero a mi cuando en una película surge París es como si ya solo por eso ya tuviese un cinco (la mitad de la nota). A partir de ahí y subiendo...
Por ello este film, con Audrey que me encanta en todo lo que de ella veo. Con Astaire que de niño me parecía un sinsentido siempre con el baile de San Vito pero que en la medida que me hice mayor he ido encontrando al artista. Hasta con su enfaticalismo, que bien podía haberse ahorrado, pero que no tiene mas pretensiones que divertir. A mi me gusta. Y cuando los veo como en el video, visitando la ciudad, cada uno de los 3 independientemente (así recorremos mas sitios) pues me entra como ganas de marcarme unos pasos ante la mirada resignada del personal...
Es un musical energético, con mucho hierro, como las lentejas. Y ya sabemos que la vida, mas veces de las que nos gustaría, es de otro color, pero bueno...
Un abrazo color rosa
A pesar de ser un declarado fan confeso de Hepburn y Audrey, y que, per se, cualquier película de Hepburn ya merece la pena (bueno, quizás podemos olvidarnos de Mansiones Verdes, jeje)tengo sentimientos encontrados con esta película.
Por un lado abundo en lo que comenta alguno de mis compañeros: esa falta de química o, mejor dicho, esa diferencia de edad, que restan credibilidad a la historia. Quitando su "etapa europea", creo que Audrey Hepburn sufrió el lastre de la "asexualidad" a la que fue sometida por Hollywood.
PERO(con mayúsculas), tenemos unos números musicales maravillosos, comenzando por ese Think Pink y terminando por el baile con el que nos deleita la propia Hepburn que, a diferencia de lo que opina la amiga Sidhe, a mí siempre me ha parecido impecable (no olvidemos la formación en danza de la actriz).
Tu nota está más que justificada, sí señor!!
Saludos
deWitt: Gracias por tu comentario. Coincidencia plena respecto a Audrey, aunque me falten películas por ver.
Había 30 años de diferencia, y ello se nota. Pero, como tu bien dices ella tenía formación de danza y su sueño era bailar junto al más grande. Por ello, pienso que no hemos de ser demasiado exigentes con la química y conformarnos, ¡que no es poco! con verlos juntos.
Es cierto que ella no era la Rogers ni Cyd Charisse, pero lo hace muy dignamente.
¿La nota? De haber habido química y si ella bailase como las citadas, hubiera sido un 10.
Saludos
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