miércoles, 13 de junio de 2007

UNO DE MIS MITOS: ALFRED HITCHCOCK

En la medida que he ido avanzando en el conocimiento de los grandes directores cinematográficos que en el mundo han sido, se ha ido ampliando mi lista de directores míticos. Pero debo reconocerle a Hitchcock el honor de haber sido el primero. Luego lo acompañaron Billy Wilder, Eric Von Stroheim y Ernst Lubitsch. Y algo más tardiamente John Ford. Bueno, cualquier selección o clasificación no dudo que siempre será injusta pues siempre habrá quien no esté que deba estar y quien esté que, a juicio de otros, no se lo merezca. Pero para eso se inventó lo de la tolerancia y ese es el camino por el que me gusta discurrir.
 
Hitchcock, ese genial mago del suspense, me dejó absolutamente impresionado con una de sus obras magnas "Con la muerte en los talones", tanto que, creo que es la película que más veces he visto, algo así como seis o siete. Y no vayan a creer, yo mismo me pregunto qué encuentro en este film para tenerlo en el top de los tops de las obras maestras del cine. Porque, miren, Hitchcock se "sale" absolutamente con Psicosis y también con Rebeca y en plan más cinéfilo todavía, tiene la mejor versión de los 39 escalones. Pero aun así, Con la muerte en los talones tiene algo, plantea algo de forma distinta, a mi modo de ver, del resto de la filmografía de Hitchcock. En todas sus películas, nosotros como espectadores comprendemos lo que está pasando, puede que nos guste o no e incluso puede que nuestros pensamientos sean erróneos, pero siempre creemos dominar la situación y tener la "sartén por el mango". Pero aquí no. ¿Quién es Kaplan? ¿Porqué confunden a Roger O. Thornhill con Kaplan? ¿Que está pasando?. Este es a mi juicio el gran valor de la película, la forma en que nos maneja absolutamente desconcertados. Después, una vez aclarados los "misterios" empezamos a ver la película de otra manera, de algún modo vuelve el cine "normal" con sus buenísimas escenas del Monte Rushmore, del tren con una seductora Eva Marie Saint ó la escena por excelencia de Cary Grant perseguido por el avión fumigador.
Es una película distinta, incluso dentro de la propia filmografía de Hitchcock. Cuenta además con un reparto de lujo. Ahí están Martin Landau y James Mason. Casi nada.
 
Saben, les confieso que, después de escribir esto, me están entrando ganas de verla por octava vez.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Debido a un malentendido, unos espías confunden a roger o. thomhill con un agente del gobierno