jueves, 7 de agosto de 2008

EL OTRO AMOR (ANDRE DE TOTH - 1947)


Breve sinopsis:

Una afamada pianista aquejada de tuberculosis ingresa en un sanatorio alpino. Allí deberá optar entre recuperar la salud al amparo de un amor tranquilo ó vivir otro amor agotador y pleno de derroches.

No es la primera vez que confieso mi “enamoramiento” por esa gran señora de la pantalla que fue Bárbara Stanwyck. Bien cierto es que hay películas como Perdición que te impactan más pero, en cualquier caso, allá donde ella actúa deja su impronta. Y este es el caso de El otro amor, melodrama basado en una obra de Erich Marie Remarqué, con dirección de André de Toth y música de Miklós Rózsa, tres elementos que parecen suficientes para conseguir el aplauso del público y sin embargo, es ella, nuestra Bárbara, la que, con la magistral interpretación de una famosísima pianista aquejada de tuberculosis, confiere un valor a la película del que, probablemente, hubiese carecido con cualquier otra actriz.


Porque, no nos engañemos, David Niven, es buen actor pero demasiado británico para mi gusto y por ello, más frío que el paisaje alpino donde se ubica el sanatorio que dirige en la ficción. Y similar cabe decir de Richard Conte ó de Gilbert Roland, que aunque están bien y creíbles en sus roles, no dan “puntos” a la película. Pero Bárbara, sí. Su actuación es sobresaliente y dentro de esa línea de suma profesionalidad y buen hacer al que nos ha acostumbrado.

No quiero desmerecer a André de Toth, director atrevido del que ya comenté algo en Los crímenes en el museo de cera y del que también había visto Furia del Trópico con Richard Widmark. De las tres películas y analizando únicamente su faceta de realizador, me quedo con este trabajo donde la música de Rózsa es todo un lujo. Pero al final, lo que queda en nuestras retinas es ella y sólo ella.


1 comentario:

Anónimo dijo...

adoro a Barbara, en su honor me inventé un nick hace tiempo miladybab ...