viernes, 1 de mayo de 2009

EL FILO DE LA NAVAJA (EDMUND GOULDING - 1946)



Año 1946. Darryl F. Zanuck, productor, espera que Tyrone Power finalice sus prestaciones militares a la bandera estadounidense para iniciar el rodaje de esta obra de Somerset Maugham bajo la dirección de Edmund Goulding (Mister 880), fotografía de Arthur C. Miller (¡Que verde era mi valle!, La ruta del tabaco, etc.), y música del maestro Alfred Newman. Y a decir verdad, la elección de Power, a pesar de mis iniciales reticencias, la he acabado valorando en lo que se merece, que, después de más de dos horas de película, es ciertamente bastante. Y no es fácil dar la talla durante tanto tiempo, especialmente si se tiene enfrente una actriz de la talla de Gene Tierney, tan hermosa como malévola, recordando muy mucho su interpretación de Ellen en "Que el cielo la juzgue" de John M. Sthal y a otra del calibre de Anne Baxter.

Mención especial y merecidísimo Oscar para Anne Baxter quien nos volvería a maravillar en 1950 de la mano de Mankievicz en "Eva al desnudo", ese mano a mano interpretativo con Bette Davis de oponente y oscuro objeto del deseo. En "El filo de la navaja" da vida a Sophie, amiga de los años jóvenes a quien la vida no trata precisamente demasiado bien. A decir verdad, la vida no trata bien a nadie y menos allá por aquel año 1929 en que las fortunas vivieron peligrosamente y donde solo personajes un tanto snobs, pirandellianos y probablemente con información muy privilegiada, caso del tío Elliott, sobrevivieron a duras penas en un pseudo exilio parisino. Muy bueno también el trabajo de Clifton Webb, con sus amaneramientos más reales que interpretativos, nominación asimismo incluida.

El filo de la navaja fue una novela de éxito escrita en 1944 que, por sus propios méritos y, sin duda, también auspiciada por el tirón de la obra fílmica, se hizo un hueco importante en el mercado literario. La dualidad entre trascendentalidad (el viaje “iniciático” de Larry a la India y su aprendizaje de un gurú) y materialidad (la vida “cómoda” de Isabel a la que no renuncia ni por un amor real) son las líneas maestras de una película donde coexisten la búsqueda del bien y la verdad con una cruda y dura realidad que no duda en descender a los escalones más bajos de la dignidad con tal de satisfacer sus propósitos.

Película cargada de filosofías, de preguntas y dramatismos que, sin duda, es de visión muy recomendada.



1 comentario:

Gloria dijo...

Creo que Tyrone Power está perfecto en el papel: Power tiene una, digamos, inocencia innata que nungún actor del método hubiera pidido aportar... es algo genuino, no adquirido.

Recuerdo haber leido un crítico que decía que Tierney y Baxter hubieran estado mejor de haber intercambiado papeles... que ganas de liar la troca! Yo creo que Baxter encarna a la perfección la candidez de la chica en su adolescencia y su debilidad/desorientación como adulta. Y tierney hace bien de no optar por un papel de "mala absoluta", sino el de una caprichosa acostumbrada a obtener lo que quiere, más "niña mimada" que "madrastra de blancanieves".

Webb está demoledor como pedante pretencioso "Quiero-y-no-puedo", es la perfecta contrarreplica a la pureza del personaje de Power.

Y finalizo diciendo que me hace mucha gracia ver a Elsa Lanchester en un papelito breve ;D