jueves, 26 de mayo de 2011

UNA FIESTA DE PLACER (CLAUDE CHABROL - 1975)




De forma similar a lo que ocurre en mis escasos acercamientos al cine de Rohmer, esta película de Chabrol  requiere consulta al anuario de 1975. Lo primero que dice Wikipedia es que fue un año “normal” (aunque habría que precisar lo que se entiende por normal) y lo segundo es que fue designado por la ONU como Año internacional de la mujer (Al parecer Chabrol no debió enterarse). Otros acontecimientos relacionados de alguna manera con el presente comentario son: La patente del cubo de Rubik (de cuya fuente bebe Una fiesta de placer) o la muerte del General Franco en España por sus connotaciones con esa libertad de la que tanto se habla en el film. 


Ubicados en contexto, quiero decir que así como Chabrol me encantó con su cotidianeidad del asesinato en El carnicero, aquí me ha decepcionado, no del todo, pero sí bastante. Es cierto que la película resulta cuando menos curiosa al sustentarse sobre un guión de Paul Gégauff, basado en su propia vida e interpretado tanto por él mismo como  por su ex esposa y por su hija . O séase, que en este caso la ficción no supera a la realidad sino que acaban firmando unas decorosas tablas.

Dicho lo anterior y avisando que seguiré repasando la filmografía de Claude Chabrol, les anticipo a quienes pretendan emprender viaje al fondo de la mente de Philippe que se encontrarán un explosivo coctel Molotov, donde al lado de la paranoia y de los tonos monocordes  encontrarán referencias a la libertad, Descartes, Zoroastro, al sexo libre y al la maté porque era mía, que más parece un dramón patrio que una película europea o esta no es la Europa que nos contaban, que nos la han cambiao…


Sea por justificar sus propias aventuras de cama y almohada, sea por estar a la “mode” en  tiempos de “te amo, me amas y nos acostamos con quien nos da la gana” o sea por mantener la posición dominante sobre la esposa sumisa (“toíto te lo consiento pero ándate con ojo y sobre todo ocúpate de mí”) – aclaro, los entrecomillados no son de la película, sino un resumen mío muy personal para no cansarles- sea por lo que sea, el amigo Philippe jugando a fraternités, egalités y sobre todo a libertés se va encontrando compuesto y sin novia que decimos por aquí, sin nadie a quien recriminar, humillar y dominar. Y  ¡hasta aquí podíamos llegar!, con los amigotes de risa floja… No, no. Rien de rien. Y donde muere uno mueren dos.

Y hasta ahí puedo leer… El resto lo averiguan ustedes. Por cierto, en la vida real el tal Paul Gégauff murió acuchillado por su última mujer. 


Espero que los Chabrolianos que los hay y muchos, y con toda la razón del mundo, no se me tiren a degüello. Ellos saben perfectamente que este no es su mejor film.  Seguiré insistiendo y vendrán tiempos mejores…


Puntuación: 5 (raspao)

3 comentarios:

Las cosas que hemos visto... dijo...

Aquí un chabroliano, pero ésta es de las flojas.
Saludos.

David dijo...

Poco versado estoy en el cine de Chabrol, apenas "el carnicero" y "al anochecer" buenas ambas, así que seguiré atento tu revisión de la obra del galo.

AMADO MIO dijo...

El video me ha gustado mucho, buena idea. Nunca me defrauda este blog, lástima que arda en mil fuegos yno me pase más a menudo, me enmendaré, que vale la pena