sábado, 7 de marzo de 2009

DE REPENTE (LEWIS ALLEN - 1954)



Entre la galardonadísima De aquí a la eternidad (Zinnemann-1953) y la notable El hombre del brazo de oro (Premminger -1955), Sinatra rueda Suddenly en 1954 a las órdenes de Lewis Allen, director inglés no demasiado conocido y que desde luego no pasará a la historia del cine por esta De repente, que, haciendo honor a su nombre, se rodó en apenas cuatro semanas y con un presupuesto no demasiado boyante, dado el tufillo a serie B que desprende. No a serie B de las buenas, que haberlas háilas, sino a serie B con B de "búscate si puedes algo mejor" que también las hay en la viña del señor Lumière.

Y eso que el señor Frank Sinatra consigue sacarle partido a su papel de matón sueldo con psicosis incorporada a quien se le ha encomendado una asesinato de alto standing. Sin ser demasiado exigentes, le saca cierto jugo, si señor. Por encima de un Sterling Hayden en su papel de sheriff bueno que no acaba de despuntar demasiado y que en mi opinión anda a años luz de aquel Johnny Clay de la genial Atraco Perfecto de Kubrick (1956). Y por contar, también contamos con un secundario de lujo como es James Gleason quien le roba más de una escena al superstar Sinatra.

La cosa recuerda un tanto a aquellas Horas desesperadas de William Wyler, curiosamente de un año después (1955) - tal vez hubiese debido decirlo al revés, ya me entienden, que al Cesar lo que es del Cesar - con Bogart de invitado poco recomendable haciendo tiempo y Fredric March de propietario en apuros. Claro que, para ser absolutamente sinceros, la idea original procedía de una obra teatral de Broadway que Wyler llevó a la gran pantalla con una mayor teatralidad de la debida pero sobre todo con grandes dosis de suspense, suspense que en Suddenly es una palabra prácticamente desconocida.


Cuando hay imaginación e ideas, el presupuesto no es un elemento absolutamente condicionante para el éxito de un film. Cuando no hay ni una cosa ni la otra, apaga y vámonos. Lo dicho, para muy incondicionales de Frank Sinatra, y si a pesar de todo deciden verla, deténganse también en el trabajo de James Gleason. Al menos les valdrá para algo.





2 comentarios:

Jack dijo...

Acabo de revisar "Amanecer" de F.W. Murnau después de muchos años y me ha "seducido" Creo que maduramos y entonces valoramos de otra forma, porque yo la tenía por una buena película, pero me ha "seducido" y aunque le ponga un 10 me parece que no corresponde a lo que pienso de esta película. ¿Te suena todo esto?

FATHER_CAPRIO dijo...

Hace días que leí tu comentario pero hasta hoy ni el tiempo laboral ni el personal me han permitido contestarte.

Evidentemente, me suena y mucho. La seducción en el cine es esa diferencia que unas pocas películas alcanzan en nuestros ojos, respecto de las demás.

Sunrise de Murnau me sedujo al mismo tiempo que notaba esa madurez que el tiempo y la vida van dejando en nosotros y a la que no son ajenas las sensaciones que el cine nos deja.

Y mis comentarios, en este blog como en otros, seguro que son las huellas que se dejan madurando y haciendo caminos.

Me alegra que compartamos caminos.

Saludos