viernes, 5 de junio de 2009

EL SER DEL PLANETA X (EDGAR G.ULMER - 1951)


Aunque también suelo caer en las redes de las parafernalias presupuestarias, los efectos especiales y el bombo y platillo con que se revisten muchas películas, especialmente las actuales, no condicionan demasiado mi valoración. Las buenas vibraciones que me dejan algunas películas no guardan relación directa con el número de codiciados papeles con la imagen de George Washington u otros prohombres ilustres, que se han invertido. Todo lo contrario, cuantos menos billetes mi admiración aumenta en progresión geométrica.

En estos tiempos de crisis, un director como Edgar G. Ulmer es una apuesta segura. El rey de la serie B es el ejemplo perfecto de como sacar el máximo rendimiento a los pocos euros de que se dispone (o dólares, que viene a ser lo mismo). Revisar sus películas es toda una lección de economía. Fíjense que para rodar El ser del planeta X se aprovecharon (¡aquí no se tira nada!) unos decorados anteriores, de Juana de Arco nada menos. Claro que las campanas de Orleans seguramente se reconvirtieron en modernas naves espaciales con lucecitas intermitentes y otros adelantos futuristas.

De todos modos, mi admiración y mi reconocimiento a Ulmer por una historia que hoy nos parece nimia y totalmente desfasada pero que, en los años treinta, cuarenta e incluso cincuenta no lo era. El pánico de los habitantes de Nueva Jersey por la invasión extraterrestre y La guerra de los mundos (Orson Welles dixit) estaba superado solo a medias. El espacio, en el año 1951, era una incógnita y estaba lleno de planetas X. La carrera espacial y el Sputnik soviético no llegarían hasta 1957 y hasta que llegó George Lucas con su Star Wars en el 77 arrasándolo todo, especialmente nuestros primigenios miedos y nos familiarizamos con alienígenas, galaxias, clones, etc., los espectadores, allá en la oscuridad de los cines tendrían su gusanillo interior incluso ante extraterrestres tipo El dormilón de Woody Allen.

Hoy, ciertas científicas afirmaciones, producen risa en lugar de inquietud. Decir que el planeta no va a chocar con la tierra, al menos no totalmente, y solo va a producir huracanes y maremotos pues, visto lo visto, ¡las cosas que hemos visto, eh, sir John!, no es poca cosa precisamente. Pero somos proclives a la disculpa. Tal vez si en el 51 se hubiese sabido lo que hoy se sabe, las cosas serían de otro modo y el futuro que nos espera, quizás también...


3 comentarios:

Jack dijo...

No conozco la película, pero opino como tu: el dinero no puede suplir a la imaginación y el que no se lo crea que vea "El sexto día" en este més de Junio.

Jack dijo...

Father-Carpio, no te tomes mis críticas a las "uvas" como una crítica personal. Sabes de sobra que tus comentarios sobre las películas son auténticos ensayos en la literatura cinematográfica y de hecho siempre hago referencia a tu blog porque me parece extraordinario. Entiendeme, por favor. La entrada sobre "El sexto día" ha aparecido en los primeros días del més porque pienso contrapuntearla con la de "El sexto sentido" haciendo referencia a tu buen "sentido" que nos recomendabas utilizar en la uva de Junio. Si algo te molesta estoy dispuesto a retirarlo.

deWitt dijo...

Gracias por tu post, father!

Desde luego, tu blog es para mí como un gran arca de Noé!!! La de cine que me queda por ver!!!

Gracias por tus interesantes aportaciones!!!