Con mas de melodrama que de western, Las Furias es una excelente película de Anthony Mann rodada en 1950, año de transición del cine negro serie B al cine del oeste y que fue también el año de Winchester 73, uno de los buques insignia del director nacido en Berlin. Año prolífico y más que aceptable, donde Mann hace sus pinitos en la psicología freudiana con una relación padre-hija que con toda seguridad daría más de un dolor de cabeza a los infatigables censores, guardianes de la moralidad, buenas costumbres y otras guindas.
Sinceramente, no hay que ser muy avispado para darse cuenta de que padre e hija están cortados por el mismo patrón y que existe entre ellos un feeling muy particular. Walter Huston y Bárbara Stanwyck bordan sus papeles respectivos. Dos seres que, tienen tanto en común que llegan a repelerse. Sin embargo, esta es una lectura demasiado rápida de un film acerca de caracteres psicológicamente demasiado complejos que nunca son blancos o negros sino, en algunas ocasiones, gélidos azules y en otras, apasionados rojos. Colores que destacan, metafóricamente hablando, sobre el B/W de la película.
Me voy a mojar. Basta de indefiniciones. Esto no es un western. No la cataloguen así. Esto es un drama de psicologías complejas y enfrentadas. Vance (Bárbara Stanwyck) tan dominadora ella y deseando ser dominada. ¿Puro masoquismo?. Incluso con su carga subliminal de incestos prohibidos con su padre T.C. Jeffords (Huston), un rey Lear muerto en la hoguera de sus vanidades entre el humo negro de sus "tecés"-pagarés incinerados y victima no por una mano certera y vengativa, sino por sus prepotencias e iniquidades. Junto a ellos, Darrell (Wendell Corey) al rescate de la franja de tierra arrebatada y de paso dedicándose a la caza mayor (Vance), Flo Burnett, (Judith Anderson) arrimándose al olor de dinero "no pagarés". Y entre toda esta jauría humana, la buena gente, los Herrera, apegados a su histórico terruño. Curiosamente, o no tan curioso, hispanos hablando castellano. Y con la voz cantante de Juan Herrera (Gilbert Roland, menos presuntuoso y sobrado que otras veces) amigo de Vance desde la infancia y enamorado desde la juventud. Un Juan Herrera dispuesto a doblegarse ante ella. ¡Ah no! "That is the question". Vance quiere caña, caña que la someta, que la obligue a ser el junco que se dobla. ¿Busca esposo o un nuevo padre?
La frase de Darrell a Vance no pide matrimonio sino que es una clara definición de por donde van a ir los tiros futuros. " Yo no seré tu marido. Tú serás mi esposa..." Todo un tratado de la propiedad.
1 comentario:
Fuerte frasecilla la del ¨Darrell!.
Uno se da cuenta leyendo a los amigos de la cantidad de buen cine que nos queda por ver. Esta sin ir más lejos no la he visto. El cartel es una preciosidad y las imágenes que regalas tienen un impacto de primera.
Y por si no fuera poco con el trío protagonista ahí está la malvada de las malvadas: Judith Anderson.
Creo que el BN le va a esta peli del quince. A las pasiones soterradas y violentas no les va el color y esta peli, según cuentas, tiene mucho aditamento freudiano.
Disfruta este largo semana que comenzamos esta tarde. Por estos lares parece que no se presenta mal.
Un abrazote.
Publicar un comentario