miércoles, 12 de agosto de 2009

ULTIMATUM A LA TIERRA (ROBERT WISE - 1951)




Se suele decir que esta película ha envejecido mal. Un sí rotundo. Porque de haber envejecido bien, podríamos estar hablando de un planeta, el nuestro, anclado galácticamente hace más de cincuenta años. Y eso no ha sucedido. O sea que demos gracias al cielo porque este envejecimiento acelerado del film haya tenido su causa en un mayor conocimiento espacial y en avances del Hombre muy significativos en esta materia.

Pero el verdadero valor de Ultimátum a la tierra de Robert Wise no estriba en los detalles morfológicos o de atrezzo de los extraterrestres. El valor profundo del film, ese que no ha envejecido, es el entendimiento de que formamos parte de un universo desconocido, un universo que, con vida o sin ella, merece el interés y el cuidado de la especie humana. Un amplio abanico de posibilidades están abiertas al hombre pero todas ellas pasan por la conservación de la naturaleza y del espacio. Ese es el verdadero ultimátum. Por una vez el título hispano acertó en la plenitud de la diana.

Es correcto decir que los efectos especiales fueron buenos para su época. La nave espacial, las desintegraciones armamentísticas y los rayos láser están bien, pero es lo que peor ha envejecido. Sin embargo, la idea de un ET dándose un garbeo turístico por las calles de Washington D.C., confraternizando y aumentando sus conocimientos, pues me ha resultado sorprendente y digna de aplauso. Queda demostrado que "mi casa - ET" no ha sido el único extraterrestre bueno y que ya en el 1951 ya había quienes pensaban que no todos los procedentes del espacio exterior, marcianos, aliens, etc., debían venir como Atilas impíos devoradores de hierbas humanas.

Como cinéfilos podremos hablar de incoherencias o de algún gazapo que otro. Por ejemplo, dejar la nave espacial, supuestamente el mayor acontecimiento histórico de la Humanidad, prácticamente sin vigilancia con tan sólo un par de soldaditos despistados, es tan increíble como apropiado a la trama, pero la cosa tiene un valor muy muy residual. Lo que en realidad importa es ese toque de atención que Robert Wise quiere darle al mundo acerca de los peligros de la física atómica.

Juntamente con La invasión de los ladrones de cuerpos de Don Siegel, Ultimátum a la tierra es una de las mejores películas de ciencia ficción de la historia del cine. Michael Rennie está perfecto en su papel, incluso Sam Jaffe da el pego como científico tipo Einstein. Pero la verdadera cualidad del film es su mensaje. 5O años antes de la fecha fijada para la Odisea del Espacio, ya existía un director que se atrevía a decirle a los gobiernos, " o frenamos esto o nos vamos al garete".

Lo que pasa es que los gobiernos parecen estar sordos. ¿Será que no han envejecido bien?.



4 comentarios:

ANRO dijo...

Por supuesto que los gobiernos no han envejecido bien, siguen tan cabrones y en sus trece. ¡Qué le vamos a hacer!
Totalmente de acuerdo ¡gracias a dios que "Ultimatum a la Tierra" ha envejecido!
Y por supuestísimo que junto con "La invasión de ladrones de cuerpos" es la metáfora más perfecta de por que torrenteras se ha ido deslizando el devenir humano.

Me encanta esa peli. A pesar de todos los defectos de forma que apuntas es una película muy hermosa. Una fotografía cuidadísima que es un placer y un clarísimo mensaje, que efectivamente no ha envejecido lo más mínimo.
Un abrazote

Crowley dijo...

Ante todo, gracias por pasar por mi blog y quedarte. Ya te he enlazado, para que te descubra alguna persona más.
Una grandísima película de tintes políticos y mesiánicos, que Klaatu adopta el rol de Jesucristo (de hecho su alias humano es Carpenter/Carpintero como su antigüo oficio). Si no creo recordar mal, fue la primera película en la que se plantea la destrucción de todo el planeta, en la que la amenaza es contra toda la humanidad, sin excepción, no?
Saludos

Pepe del Montgó dijo...

Vuelvo de vacaciones y me encuenrtro con una de esas películas que fueron un hito en mi juventud. ¡Qué duda cabe que la voy a revisar! Amigo (con permiso) eres un punto perfecto de mi consciencia (quede claro que no he dicho "conciencia")

Jack dijo...

¡Madre mía que comentario! El más politicamente ácido que se puede hacer en la crítica de una película. Ya me la estoy bajando antes de que alguna ministra me lo impida.