viernes, 10 de octubre de 2008

EL PIRATA BARBANEGRA (RAOUL WALSH -1952)




La factoría Walsh, aclamada por productos como Los violentos años 20, Al rojo vivo ó High Sierra, entre otros muchos, dio la de arena con esta incursión en el género de tibias, calaveras, cruceros caribeños, islas del tesoro, cofres del muerto y botellas de ron. Y ello a pesar de las buenas perspectivas cinematográficas del negocio pirateril, con terrores de los mares de la talla de Henry Morgan y del propio Barbanegra, con enclaves insustituibles como Port Royale, con galeones absolutamente espectaculares y, como no podía ser menos, con la obligada presencia de la dama de corazones de aspecto indiano, perfil a la medida de Linda Darnell.

Pero no. A la película parece faltarle compromiso. El de el director con su obra y el de los actores con sus interpretaciones. La impresión que deja es que se trata de un producto realizado por encargo u obligación mas que por voluntad propia, sin creer en el propio proyecto que se está ejecutando. A veces las apariencias engañan pero no creo que este sea el caso. Hay desgana. Hasta el propio William Bendix, al que no vamos a descubrir ahora, con sus muecas y gesticulaciones parece querer romper la mediocridad y ponerle una nota diferente y discordante al tono anestesiante de la película.

Para no pecar de injusto, elevaré por encima del resto, la actuación de Robert Newton en el papel del pirata Barbanegra. Es la excepción que confirma la regla, el esfuerzo profesional frente a la desgana interpretativa. Aprobado también para Irene Ryan como Alvina, la dama de compañía aficionada al ron de melaza. El resto más que actuar parece que están esperando el autobús. Lamentable.

Menos mal que los navíos tienen buena presencia y que tanto galeones como paisajes marítimos salen favorecidos en la foto que si no apaga y vámonos...




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