martes, 2 de septiembre de 2008

DAMA POR UN DÍA (FRANK CAPRA - 1933)



Las matemáticas y el cine no se llevan bien. Especialmente en aquello de que el orden de los factores no altera el producto. Porque miren ustedes, no se obtiene el mismo resultado viendo primero Dama por un día y después Un gángster para un milagro, ambas de Frank Capra, que hacerlo a la inversa. Y a mi manera de ver las cosas, la perjudicada es Dama por un día, porque aún partiendo de la identidad de historias, el color, los actores y los veintiocho años entre una y otra decantan el resultado a favor de Glenn Ford y Bette Davis.


Y ello me deja un regusto amargo porque la versión 1933 es una señora película nominada para la estatuilla a la mejor película, la cual fue para Cabalgata de Frank Lloyd, quien, a su vez, recogió el premio al mejor director. La anécdota de aquella noche fue que el presentador dijo: “Ven a buscarlo, Frank” sin darse cuenta que había dos Frank nominados. Capra se levantó equivocadamente pero tuvo que retirarse al darse cuenta que el premio no era para él.

Y por si todo ello no fuese bastante, dos nominaciones más: Mejor actriz y Mejor guión adaptado, perdidos frente a Katharine Hepburn (Morning Glory) y Victor Heerman y Sarah Y. Mason, por Las cuatro hermanitas, sobre una novela de Louisa May Alcott.

Poderes incontestables los de éste espléndido trabajo donde el especialista en cuentos cinematográficos nos regala otro de sus sueños maravillosos.
 
 

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