martes, 30 de septiembre de 2008

EL ABANICO DE LADY WINDERMERE (ERNST LUBITSCH - 1925)




Lubistch es un director cuya categoría cinematográfica está fuera de discusión, sin contar, evidentemente, con aquellos que se complacen en reventarlo todo, solo por el hecho de ser incapaces de comprender ni valorar nada. Digo esto por alguna crítica sin sentido leída en Filmaffinity acerca de su película El abanico de Lady Windermere.

Decir que Lubitsch, en su etapa USA, se vende a los americanos, quienes le dan la fórmula del éxito es manifestar la basta (a propósito con b) cultura de que se dispone. En todo caso la fórmula del éxito se debe a la obra literaria de un escrito irlandés universalmente conocido como fue Oscar Wilde, quien en esta comedia satirizaba la hipócrita moralidad de la sociedad victoriana.

O sea, que va a ser que no. Que los americanos no le vendieron nada a Lubitsch sino al contrario. Este les vendió la vasta (a propósito con v) cultura europea.

Con ello no estoy diciendo que sea la mejor obra de Lubitsch, ni que tenga su famoso toque. Nada de eso. Ahora bien, el director berlinés introduce esos elementos diferenciales y esas pinceladas de humor que poco a poco le van haciendo reconocible para los espectadores. Quienes hayan visto, Las hijas del cervecero (etapa alemana) y especialmente Los peligros del Flirt (etapa americana) comprenderán lo que quiero decir. La escena del hipódromo con sus “visones y cotorras” y sus anteojos está francamente bien conseguida. Lo mismo que los “engaños” en las que no se muestra a alguno de los engañadores. O la diferencia entre las delicadezas de una primera visita a la dama a a quien se desea cortejar y las posteriores visitas habituales.

Es Lubitsch. No hay duda...

¿Y el toque?: Se está gestando...


 

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