domingo, 16 de marzo de 2008

LA LOCURA DEL DOLAR (FRANK CAPRA - 1932)



La abuelita Capra, como despectivamente se le llamó por sus cuento-películas, nos deja otra muestra más de su talento (y ya van muchas). En plena depresión, una película sobre bancos y dinero era un reto, que Capra superó con buena nota. No con matrícula de honor pero sí con notable alto.

Es cierto que la película tiene sus lagunas. Pero son lagunas puestas al servicio de lo que en definitiva se quiere contar. Ó si lo prefieren: Exageraciones. Es cierto que hay buena gente ¿Pero tanta?. Es cierto que las masas son manipulables ¿Pero tan rápidamente? Ahora bien, de lo que no hay duda es que la única manera de salir de una crisis es moviendo el dinero y no encerrándolo a buen recaudo. La clase de economía que Dickson le da al consejo de dirección es absolutamente magistral. No porque la entienden los expertos sino, todo lo contrario, porque llega a la gente corriente, a los Juan Nadie, a esa buena gente que está siempre en el centro de su filmografía.

Otra escena notable: El montaje de primeros planos corriendo el rumor de la crisis bancaria. Evidentemente exagerada, pero efectiva, que es de lo que se trata. En definitiva, es otra lección económica que podría denominarse: Influencia de la información sobre los mercados financieros, ó algo así.

Repito: Lo increíble al servicio del fin. En este caso el fin justifica los medios. La aparición (exagerada) de acreditados ciudadanos en el último instante, dinero en mano, para devolver la confianza a los inversores es otro capítulo del cuento macro ó microeconómico, según se mire, que Capra narra con la voz inflada de esperanza en el futuro y sobre todo en las personas.

Las tramas accesorias del film, son eso, simplemente accesorias, el robo, la complicidad, el flirteo de la mujer del director, la lealtad del amigo, son solo instrumentos al servicio de una melodía. Por ejemplo, aquella de Viva la Gente. Acabamos tarareándola...



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