Allá por los 30, Robert N. Bradbury quien venía realizando cine desde 1918 dirigió a John Wayne en una serie de westerns serie B con temáticas muy similares que fueron rescatados del justo olvido por la colección Grandes Clásicos del Oeste (El Mundo 2006-2007).
Calificadas benévolamente como "extremadamente flojas" tienen un argumento a su favor, la corta duración, alrededor de los 53-54 minutos, de forma que si lo breve si bueno dos veces bueno, lo malo, mejor todavía.
Su visionado actual solo puede justificarse desde la equivocación o desde la curiosidad por un cine de pocos medios e historias mediocres. Claro que vista una, vistas todas. En el caso que nos ocupa, familia de padre e hija, buenos, buenos se ven hostigados por banda de matones, malos, malos. ¿El chico de la película? Evidente: John Wayne, diciendo aquello "Tu mataste a mi padre" sin princesa prometida pero con hija de granjero que para el caso sirve. ¡Ah! y recuperando hermanos de paso...
Una y no más Santo Tomás. Al menos eso espero...
Calificadas benévolamente como "extremadamente flojas" tienen un argumento a su favor, la corta duración, alrededor de los 53-54 minutos, de forma que si lo breve si bueno dos veces bueno, lo malo, mejor todavía.
Su visionado actual solo puede justificarse desde la equivocación o desde la curiosidad por un cine de pocos medios e historias mediocres. Claro que vista una, vistas todas. En el caso que nos ocupa, familia de padre e hija, buenos, buenos se ven hostigados por banda de matones, malos, malos. ¿El chico de la película? Evidente: John Wayne, diciendo aquello "Tu mataste a mi padre" sin princesa prometida pero con hija de granjero que para el caso sirve. ¡Ah! y recuperando hermanos de paso...
Una y no más Santo Tomás. Al menos eso espero...
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