domingo, 16 de noviembre de 2008

DIAS DE GLORIA (JACQUES TOURNEUR - 1944)


Tras una etapa que podemos llamar de "terror sicológico" con trabajos como La mujer pantera, Yo anduve con un zombie y El hombre leopardo, Tourneur dirigió este film sobre la resistencia de la guerrilla soviética en la II guerra mundial que no está considerado como uno de sus mejores trabajos pero que contiene algunos de los elementos más característicos de su cine.

Así, y de igual modo que sucederá posteriormente en westerns como En tierra generosa o Wichita, la imprescindible violencia, tanto de los cañones como de los revolveres, deja paso a las motivaciones y a los sentimientos. Detrás de las balas y las bombas hay personas que han visto destruido su universo personal y a quienes la conflagración ha situado en una posición con capacidad destructora. La violencia de Tourneur no deja muertos anónimos sino seres plenamente identíficados. Y por eso impacta más. Por eso sensibiliza más al espectador.

En este caso, Tourneur "dirige" nuestra sensibilidad hacia la figura de la guerrilla soviética dirigida por Vladimir (Gregory Peck) en una clara exaltación de valores: honor, lealtad, valentía, patriotismo y comportamientos claramente heróicos, mediante una película que, desde el inicio, muestra sus cartas: un retrato apologético del aliado que resistía en el frío al invasor nazi.

Tal vez ese tono panfletario en favor de un aliado que, con el tiempo, lo sería cada vez menos y la "excesiva" para mi gusto, historia de amor supongan un lastre para la película, a pesar de estar hecha con mucha profesionalidad. Como de igualmente profesional podemos calificar el primer papel estelar de Peck o de su partenaire femenina Tamara Toumanova, actriz y bailarina rusa que interpreta a Nina pacífica entretenedora de las tropas soviéticas a quien las circunstancias implican de manera efectiva en la contienda. Como curiosidad, Tamara Toumanova interpretó también el papel de una bailarina soviética en La vida privada de Sherlock Holmes, de Billy Wilder.

En resumen, interesante película, especialmente si la contemplamos desde el amplio contexto de la filmografía de Jacques Tourneur o de los trabajos de un gran actor como Gregory Peck. Situada en otro plano, el film resulta algo irregular con escenas como las de los cantos comunitarios y las lecturas poéticas, un tanto al borde de la ramplonería. Es posible que de tanto acercarse a la sensibilidad humana Tourneur pierda por momentos la perspectiva de una cruda realidad bélica alejada de cánticos y juegos florales.








1 comentario:

Jack dijo...

El cine de los años 40 se salva muchas veces por los grandos actores que lo interpretan como es el caso de la película que reseñas.