viernes, 17 de octubre de 2008

LOS BUCANEROS (ANTHONY QUINN - 1958)


La presencia de Charlton Heston, Yul Brynner - sin uno de sus rasgos característicos, la bola de billar - y la dirección de Anthony Quinn, son, a priori, los rasgos más atractivos de esta película de piratas que chamarilean con el botín de sus saqueos y que, cual top manta que se precie, siempre están dispuestos a tirar del cordel, cerrar la saca y levantar el vuelo, ante la llegada de las fuerzas “del orden”.


Este es el panorama que nos encontramos recién iniciada la película. Poco prometedor, debo reconocerlo. Menos mal que la cosa parece tocar fondo y va en una “in-crescendo” mejoría a medida que el metraje avanza, entre conflictos interpirateriles (demasiados capitanes en el mismo gallinero) y sentimientos patrióticos (no hay que olvidar la realidad histórica de la colaboración del pirata Laffitte en la llamada batalla de Nueva Orleans contra las tropas inglesas), así como gotas de humor:


- “Capitán, he perdido la oreja”
- “Para lo que hay que oír”
- “No. Si no es por eso. Es por el pendiente de plata…”


Al acabar, el film deja un buen sabor de boca. Esto si son piratas caballerosos y los demás son Barbanegras del tres al cuarto. Asumiendo sus responsabilidades. “ Noblesse oblige” a la francesa. Por cierto, la presencia de Charles Boyer sigue en paralelo el ritmo “vital” de la película, ridículo al principio y comprometido al final. Buen actor este Boyer, con muchas de cal y algunas de arena. Claire Bloom como chica de la película, hija del gobernador, un tanto anodina, muy al contrario de E.G.Marshall en el papel de su padre y que es siempre un actor de garantías.


Charlton Heston en su papel de General Andrew Jackson, personaje crucial en la historia americana y en la lucha por su independencia nos regala un papel demasiado breve para quienes admiramos su manera de hacer las cosas. Aunque, bien mirado, lo bueno si breve dos veces bueno.



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