martes, 20 de octubre de 2020

THE MISTERY OF THE MARY CELESTE (DENISON CLIFT, 1935)

 


5 de diciembre de 1872. El Mary Celeste aparece a la deriva en aguas de las Azores, sin tripulación y con su carga intacta. ¿Que sucedió? El diario de a bordo no reflejaba ningun hecho anormal y la caja negra no pudo encontrarse porque aún no la había inventado nadie. Se iniciaron las pertinentes investigaciones, se escucharon todas las sugerencias e incluso el mismísimo Arthur Conan Doyle escribió un relato donde el odio a la raza blanca desencadenaba el asesinato de los pasajeros de una nave a la que llamó Marie Celeste  y que, aunque poco ajustado a los escasos hechos conocidos, hizo que las autoridades británicas se cuestionasen su veracidad.

Este film de Denison Clift  significa una posible solución al enigma de entre las infinitas posibles. Las pocas piezas ciertas que se conocen encajan bastante bien en lo que podría ser el puzzle final propuesto por la película. De cualquier manera, esta cuestión es de una importancia menor y no es valorable desde el punto de vista cinematográfico. Las variables a considerar son otras: interpretación, dirección, fotografía, etc. Y en este terreno considero que la película flaquea, y lo hace en ocasiones por circunstancias ajenas y en otras por las suyas propias.

Entre las circustancias ajenas debe incluirse la mala calidad de la copia que está circulando y la sensación que tiene el espectador de que se le escamotean escenas que podrían dar al conjunto una mayor coherencia. Quizás no sea ajeno a esto el hecho de que existan dos versiones, la británica y la estadounidense, con una diferencia entre ellas de 20 minutos de metraje en la americana (la británica no está localizable). El escaso presupuesto, que podríamos entender como circunstancia propia, da lugar a que determinados momentos claves (por ejemplo algunas muertes entre la tripulación o la misma desaparición del capitán y su prometida) no se visualicen sino que se dejen al buen entendimiento que se nos supone, lo que resulta un recurso fácil y evidentemente poco comprometido. La presencia estelar de Bela Lugosi,  con una buena actuación en un rol bastante alejado de sus habituales y terroríficos personajes si bien supone un punto a favor no resulta suficiente para modificar nuestra floja impresión de la película.

En definitiva, estamos ante un aceptable intento de resolver el misterio del Mary Celeste en la línea " Y no quedó ninguno" de Agatha Christie, que explicando algunas de las circunstancias objetivas que se produjeron nos genera cierto descuadre respecto a otras (me estoy refiriendo, por ejemplo, al papel que juegan los dos capitanes rivalizando por conquistar a la mujer).Fuese cual fuese la realidad,nunca se sabrá, así que cualquier solución que se proponga ha de tener cierta coherencia, no necesariamente con los hechos probados, sino con la inteligencia del espectador y no hacernos sentir como marineros revisando redes en busca de cabos sueltos.

Puntuación: 5,00

 

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