lunes, 31 de agosto de 2020

DAUGHTER OF DARKNESS (LANCE COMFORT - 1948)

 


 

                                                                                                                                                                                                               .

Resulta especialmente curioso que haya que desplegar al completo la sección “Reparto” (Cast) en IMDB para encontrar el nombre de la actriz (Siobhan McKenna) y de su personaje en este film: Emily Beaudine, siendo tan claramente como lo es, la primera actriz. La posición de Anne Crawford al frente de los títulos de crédito puede entenderse desde una cierta “veteranía” (que siempre se ha dicho que es un grado) pero no desde la superior relevancia de su papel. Es cierto que al inicio del film se reconoce de forma singular la participación de Siobhan mediante un “Introducing” al final de la totalidad del elenco, pero IMDB parece haberla minimizado al máximo dando la impresión de que su trabajo fuese irrelevante.

Pues va a ser que no. Aún siendo su segundo trabajo, es la actriz principal de esta realización de Lance Comfort que calificaría como discreta sino fuese porque la actuación de Siobhan McKenna convierte en interesante un film que fácilmente podría haber pasado al olvido más absoluto. Y lo hace regalándonos una interpretación sobresaliente, tan creíble que por unos momentos estuve seguro que sus miradas, sus gestos y sus expresiones eran connaturales y suyos y además se correspondían fielmente con las de su personaje en La hija de la obscuridad, de ahí su elección. Nuevamente no. Sus facciones mostraban de natural un rostro hermoso y afable y sus ojos transmitían inteligencia y serenidad, nada que ver con los mostrados en pantalla como Emily Beaudine, ahora bien su calidad artística fue tan magistral que, esta película anticipa una trayectoria que llevaría a convertirla en una de las mejores actrices irlandesas del siglo pasado.

Claramente encuadrable en la serie B la película resulta incómoda para los espectadores, siempre moviéndose entre su simpatía por Emily, una aparente buena chica que es objeto de las murmuraciones y la maledicencia de las comadres del lugar y la sensación de que algo oscuro se esconde en su interior. Este dilema no obtiene una respuesta clara en el film y queda a nuestro criterio el resolver de alguna manera el evidente problema sicológico. De algún modo Lance Comfort nos sitúa como miembros de un jurado que debe juzgar la responsabilidad de sus actos y así declararla inocente o culpable de los mismos

No quiero confundirles, no se trata de una película de juicios. Es rotundamente una película sicológica en la que tratamos de ver desde pequeños resquicios la magnitud de una personalidad compleja y seguramente enfermiza y donde la duda, las sospechas y los asesinatos podrían haber sido filmados y firmados perfectamente por un tal Hitchcock. No quiero ser injusto con Lance Comfort cuyo trabajo en su conjunto he considerado interesante pero quizás con el mago del suspense no hubiese estado tan olvidada en polvorientas estanterías cinematográficas.

Puntuación: 6,85 

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