miércoles, 19 de agosto de 2020

STAMBOUL QUEST (SAM WOOD - 1934)


 
                                                                                                                   
  Stamboul Quest es una película de espías, subgénero femenino, que, lo mismo que sucede con Mata Hari, encuentra sus raíces en un personaje histórico real, en este caso en  Elisabeth Schragmüller espía alemana conocida como Fräulein Doktor la cual estuvo al frente de los servicios de inteligencia en Francia durante la primera guerra mundial y cuya verdadera identidad solo se conoció tras la segunda a través de documentos confiscados a los alemanes. Su apodo se correspondía con la realidad pues era doctora en ciencias políticas e incluso tras el armisticio alemán en 1918 llegó a ocupar el puesto de ayudante de cátedra en la Universidad de Friburgo. Su figura ha servido de tema para varias películas con realizadores de la talla de G.W. Pabst o Alberto Lattuada.

Situada a la señorita Doktor en su lugar  y añadiendo que llegó a ser instructora de Mata Hari en sus artes y ofícios, se me ocurre una pregunta/reflexión y la hago en voz alta: ¿Era la vida de las espías tan sofisticada y glamurosa como aquí (y en otros films) se dibuja o su existencia necesitaba del color gris camuflaje para la consecución de sus objetivos y el éxito de sus misiones?. El imaginario colectivo construyó mataharis de celuloide, todo belleza, glamour y seducción y a ello contribuyeron actrices impactantes como Greta Garbo, Marlene Dietrich o la misma Mirna Loy, expertas en romper corazones entre la soldadesca  y a las que ninguno podía resistirse a confiar un secretito por muy de Estado que fuese.

Todo este preámbulo trata de sacar algo de partido a un film lo suficientemente flojo como para que la intriga que en este tipo de películas se supone no despierte el interés del espectador ni tan siquiera para conocer donde están los Dardanelos o cual fue su valor estratégico en la WWI. El activo del film se soporta sobre la belleza de Mirna Loy en la que se recrea la cámara y el trabajo de algunos secundarios de excepción como Lionel Atwill o C, Henry Gordon. El mismo George Brent sin hacer un mal trabajo, se difumina entre muchas mediocridades, entre ellas la de un guión poco creíble donde la  comedieta romántica destroza cualquier atisbo de tensión que pudiera y debiera existir en un film de aventuras con un título aparentemente tan exótico como Stamboul Quest.

Resumir su argumento no nos llevará mucho tiempo:  La espía alemana Fraulein Doktor (Mirna Loy) es enviada a Estambul para descubrir el origen de las filtración de posiciones estratégicas a los británicos. En el camino surge el amor con un médico americano (George Brent). Con esto basta para situarse frente al televisor. Las expectativas las ponen ustedes, en mi caso quizás puse demasiadas y obviamente no se cumplieron. Pero aún así siempre se pueden encontrar razones para una indulgencia sinó plenaria al menos parcial: La belleza exótica de Mirna Loy, un pre-code que, aunque daba sus últimos estertores, nos permite disfrutar de ciertas ligerezas en la escena de la ducha, y también esos giros finales, al estilo "¿Y tu de quien eres? imprescindibles en las pelis de espionaje y que nos obligan a rebobinar la escena una y otra vez especialmente si Morfeo nos ha hecho una visita.

Por ultimo, una apreciación sobre Leo G. Carroll, quien en uno de sus primeros trabajos cinematográficos (y aún sin acreditar) interpreta a un agente doble. Recuerdo a Leo G. Carroll, entre muchos papeles que conforman una carrera especialmente prolífica, por su participación en Con la muerte en los talones. Y llegados a este punto resulta curiosa las similitudes entre ambos filmes. George Brent, al igual que Cary Grant son confundidos por estar en el lugar inadecuado en el momento incorrecto, y ambos acaban enamorados de una espía. ¿Tomaría nota Don Alfredo?

Puntuación: 6,70
 
 

No hay comentarios: